Una de las costumbres más queridas en el país es tomar once con un reconfortante tecito y que incluso su consumo no se limita a ese momento del día ya que es popular al desayuno, en el trabajo, después del almuerzo o antes de dormir.
Esta infusión es tan querida que, según los últimos estudios realizados, más del 90% de los hogares del país consumen té con un promedio de más de 400 tazas por persona al año.
El formato más consumido es el té en bolsitas, y la variedad más requerida es el té negro. Mientras que el Chai, poco a poco, se ha ido posicionando entre los gustos de los chilenos.
Ante tal nivel de ingesta, conversamos con la nutricionista Daniela González, académica de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Santiago, sobre los beneficios, las diferencias con el té de hoja, el uso de las bolsitas y los mejores horarios para consumirlo.
“Entre los beneficios más reconocidos podemos mencionar la reducción del riesgo cardiovascular. Algunos estudios han mostrado que el consumo regular de té verde o negro puede disminuir la presión arterial y el colesterol LDL”, planteó en Diario Usach.
La profesional indicó que hay estudios que sugieren que el té verde podría proteger la función cerebral en adultos mayores y ayudaría a un mejor control de peso. “Algunos componentes del té verde, como la epigalocatequina galato (EGCG), podrían contribuir a la oxidación de grasas, por lo que se puede considerar como un aliado en procesos de pérdida de peso”, señaló la nutricionista.
Mitos más comunes del té
Tan común como tomar esta infusión en una taza o tazón en la once es la reutilización de la bolsa. Una, dos o incluso tres veces es una tradición para muchos. Esta especie de economía circular es algo tan típico en los hogares chilenos que incluso algunos le tienen un recipiente especial para dejarlo.
Para la académica Usach este tipo de costumbres no son riesgosas, pero indicó que no se debe exagerar con su reutilización. “Lo ideal es no utilizar la misma bolsita más de dos veces y ojalá dentro de poco tiempo. La concentración de antioxidantes y cafeína disminuye con cada uso. Ojo que dejar la bolsa húmeda a temperatura ambiente puede favorecer el crecimiento de bacterias u hongos. Por eso, si se va a reutilizar, se recomienda guardarla en un recipiente limpio en el refrigerador y no usar después de 8 horas”, reveló.
La nutricionista también aclaró algunos mitos que existen sobre esta popular bebida, sobre si podría generar problemas a los huesos o que mancha los dientes. Sobre lo primero, Daniela González aseguró que “en general, el té no causa daño a los huesos si se consume con moderación. Sin embargo, un consumo habitualmente excesivo (por ejemplo, más de 1 litro de té negro al día durante muchos años) podría llevar interferir con la absorción del calcio por su contenido de oxalatos y taninos”.
La profesional comentó que “en general en personas sanas con una dieta equilibrada, el efecto del té sobre la absorción de calcio es mínimo sobre todo si se consume en cantidades moderadas (de 1 a 3 tazas al día). En cambio, en personas que no consumen suficiente calcio en su dieta, o con riesgo de osteoporosis, sí podría tener un impacto negativo en la salud ósea”.
Otra de las dudas más comunes tiene que ver con si mancha o no la dentadura. La nutricionista reveló que “tanto el té negro como el verde contienen taninos que pueden adherirse al esmalte dental, especialmente si se consume frecuentemente. Esto no implica un daño en la estructura del diente, pero puede provocar manchas”.
Es por esta razón que la nutricionista recomendó “enjuagar la boca con agua después de beber té o usar bombillas para reducir el contacto con los dientes”.