El reciente y viral Tiny Desk Concert de 31 Minutos en la cadena NPR no solo reafirmó el estatus de culto del colectivo chileno, sino que también instaló una nueva tendencia visual: el vestuario de camuflaje. La mente maestra detrás de esta genialidad es Catalina Devia, diseñadora escénica con 25 años de trayectoria y académica de la Universidad Finis Terrae.
Mientras la banda interpretaba sus éxitos, los músicos parecían fundirse con el fondo de las oficinas de NPR, un juego visual que fue tan aplaudido como el repertorio musical. Este efecto, que cautivó a los fanáticos de 31 Minutos y a la crítica global, fue el resultado de un intenso trabajo de diseño escénico que se resolvió íntegramente desde Santiago.
Un Desafío de Escala y Perspectiva a Distancia
La invitación a participar le llegó a Catalina Devia directamente del equipo de 31 Minutos, luego de haber colaborado en el vestuario de los músicos para el show "Radio Guaripolo 2", en el Movistar Arena. El objetivo para el Tiny Desk era claro, pero complejo: "Ellos querían que los músicos se 'fundieran' con la escena, y mi tarea fue hacer posible esa idea", señaló Devia en entrevista con PostData, medio de la Escuela de Periodismo de la Universidad Finis Terrae.
La diseñadora, de vasta experiencia en el teatro, explica que la idea del camuflaje, propuesta por los directores Álvaro Díaz y Francisco Schultz, se topó con serias dificultades técnicas. La tela debía replicar con precisión la imagen de fondo, pero al ser colocada sobre los cuerpos, se deformaba.
"Parecía simple, pero tuvo muchas dificultades técnicas. La escala de las imágenes, la calidad de las referencias, los distintos cuerpos y volúmenes, el espacio tan apretado… todo eso hacía complejo lograr que el efecto funcionara visualmente", explicó Catalina Devia.
El Proceso de Confección: Hecho con Precisión Chilena
La ejecución del vestuario de 31 Minutos fue un ejemplo de producción nacional y coordinación a distancia. Catalina Devia revela que el trabajo no requirió traslados a Estados Unidos, sino que fue una "triangulación" logística en Santiago.
"Todo lo hice desde Santiago. Compré los materiales, mandé a imprimir las telas, eso fue en Independencia, y luego trabajé con Sergio Aravena, el realizador de vestuario, que vive en La Florida. En el fondo, fue una triangulación entre 31 Minutos (que está en la calle Mata), Independencia y La Florida. Todo se resolvió acá, con mucha precisión a distancia", detalló.
El trabajo de la diseñadora y el realizador fue minucioso: imprimir, ajustar y probar las telas una y otra vez para que, a pesar de la deformación natural sobre el cuerpo, el efecto visual de "desaparición" fuera logrado con éxito.
El Feedback "Increíble" y la Masividad del Tiny Desk
Para Catalina Devia, la experiencia con 31 Minutos en el Tiny Desk ha marcado un hito en su carrera, principalmente por el nivel de repercusión internacional y la masividad popular que alcanzó, superando la visibilidad de otras giras internacionales en las que ha participado.
Consultada sobre las reacciones que ha recibido, la diseñadora destacó el afecto transversal generado por el programa infantil-juvenil.
"El feedback ha sido increíble. Desde colegas... hasta fanáticos de 31 Minutos en distintos países. Me sorprendió la magnitud del cariño que genera el grupo", afirmó.
Devia concluyó que el proyecto es un "regalo" y una "tremenda escuela creativa", confirmando que el diseño escénico puede ser una poderosa herramienta narrativa para amplificar el humor, la música y el espíritu que hacen de 31 Minutos un fenómeno global.
Mira la Maratón de 31 Minutos
TVN.cl con información de la Universidad Finis Terrae