Coquimbo Unido ha escrito la página más brillante de su historia. Tras un camino de ensueño, que incluyó 20 triunfos, cinco empates y apenas una derrota en 26 encuentros, el elenco aurinegro se impuso por 2-0 a Unión La Calera para conquistar su primer título nacional absoluto. La celebración se desató en el Estadio Francisco Sánchez Rumoroso, epicentro de una campaña espectacular.
El duelo final por el campeonato no estuvo exento de tensión y nerviosismo en sus compases iniciales. Los "Cementeros" salieron con bríos, e incluso un error en la salida de los locales obligó al experimentado Diego ‘Mono’ Sánchez a jugársela fuera del área, dejando la portería desguarnecida. Sin embargo, la intervención defensiva de Alejandro Camargo mantuvo la paridad.
La calma llegó con la apertura de la cuenta, que se gestó tras un despliegue de precisión a los 19 minutos de juego. Juan Cornejo fue el arquitecto, lanzando un preciso centro a media altura que encontró la definición certera de Cecilio Waterman. El delantero panameño no perdonó dentro del área y desató la primera gran explosión de alegría en la fanaticada "pirata".
Antes de finalizar la primera mitad, el partido sumó dramatismo y polémica. Cristopher "Coca" Díaz, de Unión La Calera, golpeó en el rostro al joven delantero coquimbano Martín Mundaca mientras intentaba sobrepasarlo en velocidad. La acción dejó visiblemente adolorido y sangrando a Mundaca, requiriendo atención médica.
El árbitro principal, Franco Jiménez, fue llamado a revisar la jugada al VAR, y tras la evaluación determinó la expulsión del jugador calerano en el minuto 45+7, dejando a la visita con diez hombres para el complemento.

Con la ventaja numérica y anímica, los "Piratas" tomaron el control total de las acciones en la segunda mitad. Las llegadas se concentraron sobre el pórtico de La Calera, hasta que llegó el tanto que selló virtualmente el título nacional.
A los 74 minutos, Nicolás Johansen cedió la pelota para que el joven Benjamín Chandía ejecutara un potente tiro rasante, batiendo al portero rival para extender la ventaja local y confirmar el dominio de Coquimbo Unido en el marcador.
Posteriormente, en el 85', el Francisco Sánchez Rumoroso vivió un momento de éxtasis total cuando Matías Palavecino ejecutó un tiro libre que, pese a ser desviado por los intentos de cabecear de los atacantes, se coló en el arco. No obstante, el juez Franco Jiménez, tras un breve análisis, anuló correctamente la conquista por una posición de adelanto de un jugador del equipo aurinegro.
Pese al gol anulado, el 2-0 fue suficiente para que Coquimbo Unido levantara la copa, coronando una campaña histórica y celebrando su primer campeonato de la máxima categoría.