Un niño de 8 años murió tras ser atropellado mientras estaba compañía de su padrem por un conductor que circulaba en estado de ebriedad por las calles de Goiania, Brasil.
El hombre de 41 años y su hijo se devolvían a casa durante la tarde del 17 de diciembre pasado, cuando fueron impactados por un automóvil rojo. que se subió al bandejón central tras tomar una peligrosa curva a exceso de velocidad.
Quien sacó la peor parte fue el niño, que terminó presionado entre un árbol y el vehículo, perdiendo la vida en el lugar, reportó TAB de Universo Online.
El conductor —identificado como Francilei da Silva Jesus— venía saliendo de una fiesta de la empresa en la que trabajaba, llegando a beber durante cinco horas seguidas antes de manejar, según el delegado Carlos Alfama, de la División para la Investigación de Homicidios.
El uniformado detalló que dentro del móvil fue encontrado un termo con bebidas alcohólicas.
Además, el causante del atropello intentó darse a la fuga del sitio del suceso, algo que fue evitado por parte del padre de la víctima fatal.
El hombre golpeó y noqueó al sujeto que trató de huir del sitio del suceso. para luego recoger una piedra y darle al menos 11 golpes en la cabeza, según videos obtenidos por la Policía Civil.
El malogrado conductor fue trasladado de urgencia hasta el Hospital de Urgencias Governador Otávio Lage de Siqueira con un traumatismo craneo encefálico, falleciendo el 20 de diciembre en el recinto asistencial. En tanto, el vendedor ambulante fue detenido y puesto a disposición de la justicia.
Una vez formalizado, el padre del niño fallecido dijo que su intención nunca fue matar al conductor, sino que atraparlo, ya que "todo el mundo se limitó a mirar y nadie hizo nada. Solo yo".
La magistrada Luciane Cristina Duarte da Silva le concedió al hombre la libertad provisional, argumentando que "no se puede desconocer la situación en que ocurrieron los hechos, no pudiendo medirse el dolor y la emoción muy fuerte que sintió el imputado que lo llevó a actuar de esa manera en ese momento, con el fin de impedir la fuga del conductor".
A solo cinco días de los sucesos, la Policía civil concluyó la investigación, señalando que el papá del niño atropellado actuó en defensa propia. Según Alfama, "en el fragor del momento" el hombre se "pasó de la raya" y agredió al hombre con las piedras.