Fallece el periodista peruano baleado, tras dos semanas en estado de gravedad

Este viernes se confirmó el sensible fallecimiento del periodista peruano Mitzar Castillejos, quien permanecía internado desde hace 14 días tras ser víctima de un ataque armado en la región amazónica de Ucayali. La noticia fue ratificada por la Asociación Nacional de Periodistas del Perú (ANP), organismo que ha seguido de cerca el estado de salud del profesional desde el momento del atentado. 

El ataque en la Amazonía y el traslado a la capital 

Los hechos ocurrieron cuando Castillejos se dirigía a conducir su programa de radio en la ciudad de Aguaytía, ubicada a unos 650 kilómetros de Lima. En dicha instancia, desconocidos le dispararon con armas de fuego, impactándolo en tres ocasiones en el brazo derecho y el abdomen.

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Debido a la gravedad de sus lesiones, y tras la presión de gremios como el Consejo de la Prensa Peruana (CPP) y el Instituto Prensa y Sociedad (Ipys), el comunicador fue trasladado el pasado 18 de diciembre desde la selva hacia el Hospital María Auxiliadora de Lima.

Crisis de seguridad para la prensa en Perú

El deceso de Castillejos no es un hecho aislado en el contexto actual del país. Según los registros gremiales, se trata del cuarto periodista asesinado en Perú durante el año 2025. La lista de víctimas incluye a Gastón Medina en Ica, Raúl Celis en la ciudad amazónica de Iquitos y Fernando Núñez en Pacasmayo. 

"Falleció el periodista Mitzar Castillejos a 14 días del atentado contra su vida", informó la ANP a través de sus canales oficiales.

Ante esta situación, la ANP expresó sus condolencias y manifestó una exigencia directa a las autoridades: "La ANP transmite sus condolencias a la familia, y exige a la Policía y a la Fiscalía una investigación diligente para apresar a los responsables".

Un escenario "nefasto" para la libertad informativa

La muerte de Castillejos se produce en un contexto de alta vulnerabilidad para los profesionales de la comunicación en Perú. Gremios locales han calificado el 2025 como "un año nefasto" producto de la recurrencia de ataques y asesinatos.

Esta visión es compartida por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), que en octubre pasado sostuvo que este año se ha posicionado como uno de los peores en las últimas décadas para la libertad de prensa en dicho país. Además de la violencia directa, la organización denunció una preocupante persecución judicial contra periodistas críticos, restricciones al acceso a la información pública y campañas de estigmatización contra voces disidentes.