Tras conocerse mundialmente el caso de la alpinista rusa Natalia Nagovitsyna, quien el pasado 12 de agosto quedó atrapada en la cima de la cumbre más alta de la cordillera de Tien Shan (Kirguistán), este miércoles se habría confirmado lo que habían adelantado las autoridades locales: que las labores de rescate se hacen imposibles dadas las condiciones del lugar y que, por ende, estas se dieron por finalizadas.
Medios internacionales informaron que en los análisis de expertos se cruzaron los datos obtenidos considerando una serie de factores como las características climáticas extremas del lugar donde se encuentra la deportista de 48 años, que pueden alcanzar los 30 grados bajo cero, así como su ubicación específica, arrojando que no se encontraron señales de vida en el sector.
El Comité Estatal de Seguridad Nacional de Kirguistán aseguró que las labores se llevaron a cabo a través de drones de alta precisión, sin obtener resultados. Asimismo, se informó también que otros dos alpinistas iraníes, identificados como Hassan Aghalou y Maryam Pilehvari, que alcanzaron la cima el 11 de agosto y se encontraron a 7.300 metros con Nagovitsyna, fueron dados por fallecidos.
Cabe recordar que, además de encontrarse atrapada en la cumbre, Nagovitsyna también se encontraba con una pierna fracturada. En medio de este panorama pesimista, la familia de la alpinista mantenía las esperanzas de salvar a la mujer con vida. De hecho, su propio hijo, Mijail Nagovitsyn, pudo grabar a su madre con un drone el pasado 19 de agosto y la mujer permanecía viva e incluso saludó a la cámara desde la carpa donde permanecía.
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