La máxima condena posible de 20 años de cárcel pronunciada este miércoles contra el mayor pederasta de Francia, Joël Le Scouarnec, no evitó la decepción generalizada entre sus centenares de víctimas, ya que el excirujano puede pedir su liberación condicional dentro de seis años.
Le Scournec fue sentenciado este miércoles por violaciones y agresiones sexuales contra 298 víctimas (se restó una de las que aparecían en el sumario por un error de identificación), la gran mayoría menores de edad, cometidas entre 1989 y 2014 mientras trabajaba como cirujano en varios hospitales del país.
"¡Qué fracaso, qué vergüenza! Trescientas víctimas catalogadas como meros sucesos", lamentó Manon Lemoine, portavoz de la asociación de víctimas, en unas declaraciones a la prensa en las que se quejó de que tras la sentencia "volverá el mismo silencio de los últimos treinta años. El que protege más a los agresores que a las víctimas".
El Tribunal de lo Criminal de Vannes (Bretaña, noroeste) condenó a Le Scouarnec al máximo de 20 años previsto por la ley para delitos sexuales, y al cumplimiento mínimo de dos tercios de la pena antes de poder pedir cualquier beneficio penitenciario.
La sentencia no establece al final de la pena una medida de privación de libertad preventiva (llamada en Francia 'retención de seguridad') como esperaban muchas víctimas, debido a que el tribunal apreció que Le Scouarnec mostró arrepentimiento y "voluntad de reparar" durante el juicio.
El condenado, de 74 años, puede solicitar la libertad condicional en seis años debido a la fusión de esta pena con otra anterior por los mismos delitos que está cumpliendo actualmente (a 15 años) que se le impuso en 2020.
Todo ello fue recibido con decepción por las víctimas, sus abogados y varias asociaciones que se habían constituido en acusación particular.
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