Aarón nunca podrá superar la muerte de sus hijos Nadab y Abiú, y es por ello que su mente se llena de recuerdos imborrables. Junto con Eliseba hicieron lo posible por educar de la mejor manera a sus cinco hijos, y aunque muchas veces discutieron, siempre se mantuvieron como una familia unida. La vida sigue, pero Aarón ha sufrido varias pérdidas en el último tiempo.