Isabelle siempre se dedicó a la casa con especial cuidado y alegría, y fue muy cariñosa con su adorado y apasionado marido árabe. Eso sí, siempre se ha notado la preferencia que tiene por Diana y no duda en reconocer abiertamente que a los hijos se les quiere diferente y siempre hay preferidos. De hecho, cuando su marido murió, Isabelle le entregó en vida el trono a Diana, ya que fue la única que le dio un nieto hombre.
Para calmar los celos de Letizia, la "Reina Madre" la consuela diciéndole que su padre árabe tuvo una gran cercanía con ella y que debe conformarse con su recuerdo.