el atormentado - 58 años
Desde joven siempre ha hecho lo que ha querido y aprendió a actuar y sacar partido de las situaciones. No tuvo nunca grandes figuras de cariño por lo que creció sintiendo poca empatía por el resto.
Extremadamente racional al momento de hacer negocios; todo lo que signifique aporte económico entra en su lista de actividades, incluso si esto no es moralmente aceptable. Su único lado sensible es la relación que ha mantenido con Rafael. Desde que nació se ha preocupado especialmente de entregarle experiencias y oportunidades para que sea feliz. Rafael siempre ha visto el lado más lúdico y entretenido de su padre, intuyendo apenas su mal carácter o desproporcionada ambición.
Hedonista, tiene normalizada la infidelidad, con sentido del humor, bebedor y sociable. No hay lugar donde no tenga amigos. Después de la muerte de Clara todo cambió, desde ese día arrastra un desencanto, una culpa y amargura que lo atormentan todos los días.
Hoy Clemente deambula por el hotel casi siempre ebrio, dejándose llevar por las circunstancias. Nada lo motiva. Con su hijo Rafael, ha mantenido una relación cercana pero ya no es lo misma que fue en su niñez.