Recién con 18 años empezó a practicar danza. Sin embargo, fue tanta su atracción hacia el baile que dejó de estudiar Kinesiología para dedicarse por completo a ello. Tras esto, Bastián empezó a bailar intensamente, lesionándose en más de una ocasión, incluso al borde de no poder practicarlo más. Con el paso del tiempo, vio que no tenía muchas oportunidades en Chile, así que viajó a Bolivia para vivir como bailarín, pero tras quedar seleccionado en Rojo volvió a Chile para luchar por convertirse en el ganador de la tercera temporada.