Cobros abusivos validados por contratos terminaron por colmar la paciencia no sólo de vecinos, sino que de autoridades, las cuales decidieron dar la pelea para terminar con los estacionamientos con parquímetro.
Hay personas, organizaciones y municipios que han planteado una verdadera rebelión contra el sistema de cobro de estacionamientos a través de parquímetros.
Sus argumentos son claros. Se privatizaron espacios donde no hubo inversión de parte de la firma beneficiada, donde las municipalidades reciben la menor parte, por lo que no trae ningún beneficio ni para la institución y menos para la comunidad.
Con respecto a este punto, el pionero en enfrentarse a este sistema fue el alcalde de Recoleta, Daniel Jadue, quien decidió cortar de manera unilateral el vínculo con la concesionaria a cargo de cobrar estacionamientos en su comuna.
Tiempo después, fue el municipio de Castro quien decidió tomar la misma medida, ya que el contrato que tenían con la empresa les otorgaba sólo el 7% de los 600 millones que generaban anualmente.
En Iquique en cambio, la alcaldía denunció la existencia de vicios en el contrato que dejaron al municipio recibiendo la menor parte de las tremendas ganancias de la empresa de cobros. Además, se inició una investigación a los concejales que participaron en el proceso de licitación.
Distinto es el caso de Los Ángeles, donde un movimiento ciudadano decidió dar la lucha contra un proyecto concesionado por la municipalidad que se extiende por 35 años y que a nueve años de su puesta en marcha, tiene una inversión precaria y deficiente.