La violación a la "hermana Francisca" ocurrió en el año 2012 en el Monasterio de la Santísima Trinidad. En busca de justicia y tras descubrir que estaba embarazada, la víctima decidió demandar al violador, a la orden a la que pertenecía y al Arzovispado.
La vida de la "hermana Francisca" cambió dramáticamente, ya que además de lidiar con una violación, debió soportar las criticas, las calumnias y el abandono por parte de su congregación.
El hostigamiento que sufrió para que firmara su renuncia como monja y dejara el hábito, llevó a la "hermana Francisca" a marcharse del lugar. En el exterior recibió ayuda de una amiga y tras dar a luz entregó a su hijo en adopción.
En el año 2015 y tras la denuncia civil que ejecutó "la hermana Francisca", Hernán Ríos fue condenado por delito de violación a 5 años de presidio menor en su grado máximo por el delito de violación, otorgándole la libertad vigilada intensiva.