Su hija es amante del voleibol, y vivió un difícil momento cuando le detectaron un tumor que obligó a los médicos a realizar una intervención de cadera. Sin embargo, juntos superaron la difícil etapa.
Por otro lado, su hijo decidió dejar Chile para desarrollar su carrera deportiva y profesional en el extranjero, situación que le provocó tristeza por la inevitable lejanía, pero también lo llenó de alegría por el éxito que aún lo acompaña.
Fernando Solabarrieta siente un profundo orgullo por sus hijos, y en Muy Buenos Días nos cuenta varias anécdotas que ha vivido con ellos, y también se refiere al amor familiar que ayudó siempre a superar los momentos más tristes y dolorosos.