Los imputados nunca apagaron sus teléfonos celulares y después del crimen habrían realizado un giro de 35 mil pesos en un cajero automático. Esos son solo algunos de los errores cometidos por la pareja que presuntamente asesinó al profesor Nibaldo Villegas.
El 10 de agosto, Johanna Hernández y Francisco Silva habrían salido de la casa del profesor Nibaldo a eso de las 3 de la madrugada. Al mantener encendidos sus teléfonos celulares, la señal de estos registró el recorrido que realizaron desde Villa Alemana hasta Playa Las Docas.
Además, las cámaras de seguridad de un cajero automático tienen las imágenes de un hombre que esa noche ingresó a girar dinero vistiendo la chaqueta de Nibaldo.
Otro aspecto que se mencionó, tiene que ver con el Mirador de Playa Las Docas, el cual tenía un importante significado para Johanna y Francisco.
A esto se suma el cambio de foto de perfil de Johanna, quien puso un fondo negro en señal de luto antes de que se encontrara el cuerpo del profesor.