Este lunes conversamos en el "Buenos Días a Todos" con el periodista Jorge Molina Sanhueza, quien nos reveló detalles de su investigación sobre uno de los golpes más importantes que ha recibido el Cártel de Sinaloa y en nuestro país: la detención de dos de sus integrantes. 

Este hecho fue posible gracias a un "soplo", que recibió la Policía de Investigaciones de Chile de la DEA (Drug Enforcement Admistration) de Estados Unidos, y que alertó la instalación de un brazo de esta banda criminal mexicana con la llegada de Ricardo Salazar Tarriba, con la idea de sacar droga desde el país a Europa. 

De esta manera, junto al Ministerio Público, idearon desbaratar a esta banda a trave´s junto a un agente encubierto de la PDI y un informante anónimo manteniendo un vínculo con el cártel por 381 días. 

"Él se llama AER-40 y su nombre es Roberto, Agente Encubierto Revelador, y Roberto, es el hombre que aparece en los videos, es quien se junta con los involucrados, les dice que pueden sacar la droga, que es falsa, por el puerto y tejen una historia ficticia de todo esto durante más de un año", revela Jorge Molina Sanhueza.

El plan para infiltrarse

De acuerdo al periodista, los infiltrados recibieron a los integrantes de la banda mexicana lo recibieron en Iquique y le administraron dinero para que no dejara rastros. 

"Y uno se pregunta cómo es estar ahi, ser cabeza fría siempre manteniendo dos personalidades", agregó el periodista quien reveló que los policías no solo contaban con el nombre falso, sino que también con documentos, vínculos, cuentas y presupuesto para financiar el negocio.

"Él ya venía manipulado de alguna manera cuando llega a Chile", detalló Molina. "Nunca existió el centro de acopio. Los agentes le hicieron creer que estaba en Alto Hospicio, le enviaban fotos e incluso pasaban cocaína", agregó. 

La captura de los integrantes del Cártel de Sinaloa

Los integrantes del cártel de Sinaloa en Chile querían marcharse del país porque fueron notificados que algo estaba mal. "Querían hacerlo por tierra, pero el infiltrado los convenció que salieran en el primer vuelo, y con documentos falsos". 

Y aquí se cuestiona lo siguiente: "no se sabe cómo gente experimentada confió tanto. En el aeropuerto, estaban por abordar y llegó la policía y los detuvieron". 

"Fue una operación de lujo", concluye el periodista. 

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