La ciencia ha confirmado que el cuerpo femenino procesa el alcohol de manera diferente. Incluso cuando un hombre y una mujer de peso similar consumen la misma cantidad, los niveles de alcohol en la sangre de ella suelen ser superiores.
Para Edward Scotts, investigador de la Universidad Estatal de Luisiana, la respuesta no es tan simple como el tamaño del cuerpo: “Tal vez no sea tanto el peso o el tamaño, sino la composición corporal, donde hay mayores diferencias entre sexos”, señala el experto en mecanismos neurobiológicos.
Los cuatro factores: ¿Por qué el alcohol afecta más a las mujeres?
1. Composición corporal y distribución de agua
Este es un punto crítico. El etanol se distribuye a través del agua del cuerpo. Biológicamente, las mujeres suelen tener un mayor porcentaje de grasa corporal y menor cantidad de agua que los hombres. Al haber menos líquido disponible para diluir el alcohol, este se concentra con mucha más fuerza en el torrente sanguíneo y los órganos.
2. Menor presencia de enzimas protectoras
Antes de llegar a la sangre, el alcohol pasa por el estómago, donde la enzima alcohol deshidrogenasa (ADH) comienza a descomponerlo. Los hombres poseen una mayor cantidad de esta enzima, lo que les permite filtrar más alcohol en la fase inicial. En las mujeres, al haber menos ADH, una mayor fracción del etanol llega directamente a la sangre.
3. El rol de las hormonas y el placer
El estradiol (hormona ovárica) potencia la liberación de dopamina en el cerebro. El alcohol incrementa indirectamente este neurotransmisor, y el estradiol amplifica el efecto. Esto significa que, en periodos como la ovulación, las mujeres pueden sentir los efectos placenteros del alcohol con mayor intensidad, aumentando el riesgo de un consumo elevado.
4. El fenómeno del "telescoping"
En neurología se utiliza este término para describir cómo las mujeres progresan más rápido desde el primer consumo hacia la dependencia. Los estudios muestran que suelen desarrollar problemas graves de salud relacionados con el alcohol en menos tiempo y con menores dosis totales que los hombres.
Un impacto que inicia de inmediato
Es fundamental recordar que el alcohol empieza a influir casi de inmediato. Al probarlo, las papilas gustativas envían señales al cerebro que alteran la frecuencia cardíaca y la química cerebral incluso antes de que el líquido llegue al estómago.
Los riesgos para la salud no son iguales para todos los sexos debido a las distintas respuestas del cerebro y del organismo; sin embargo, el consumo de sustancias alcohólicas no está recomendado.