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"Eso me devastó": Lisandra Silva habla sobre su ruptura y disputa legal con Raúl Peralta

La influencer se abrió en un pódcast sobre el quiebre con el Power Peralta, confesando una "depresión muy profunda" y un conflicto por la tuición de sus hijos.

TVN.cl

Sábado 8 de noviembre de 2025

A pesar de que Lisandra Silva y Raúl Peralta de Power Peralta anunciaron su separación en abril de 2024 asegurando que primaría la armonía por sus hijos, Noah y Leiah, la realidad tras bambalinas fue mucho más dramática. La influencer, empresaria y madre se sinceró en el pódcast "Mamás In Progress" sobre el difícil proceso de ruptura, que incluyó un intenso conflicto legal y una profunda crisis emocional.

El capítulo, titulado "Malos embarazos, separarse con hijos, depresión y expectativas frustradas", mostró el corazón abierto de Lisandra, quien recordó el momento exacto en que sintió que su mundo se derrumbaba.

"Yo desde que vi a Raúl por primera vez, supe que él iba a ser el papá de mis hijos. Cuando llegó el tema del quiebre, ahí me desmoroné, se me fue todo el libro que me había leído, se fue", confesó.

 La batalla por la tuición: "Lo quiero matar"

El punto de quiebre que desató el resentimiento fue la propuesta de Raúl Peralta de establecer una tuición compartida para sus dos pequeños. Lisandra Silva, con su hija Leiah aún en etapa de lactancia, fue tajante en su rechazo, desatando una dolorosa disputa legal.

"Ninguna posibilidad, porque a Leiah la estoy amamantando, todavía le cambio los pañales, tú no la sabes bañar...es muy chiquita" relató la cubana sobre la conversación que tuvo con el bailarín respecto a sus hijos.

La oposición la llevó a un oscuro lugar emocional. "Empezó ahí una pelea legal. Fue muy duro porque hay un momento que digo: 'lo quiero matar'", reveló, describiendo la frustración del momento.

"Eso me devastó, yo entré en una depresión muy profunda y existencial porque si bien yo sabía que no podíamos estar juntos, no lo aceptaba, yo no quería aceptar eso", añadió.

En su dolor, la emprendedora contrastó su realidad con la de Raúl Peralta, sintiéndose vulnerable: "Él tiene su mamá, su papá, su familia, su hermano, su trabajo, sus empresas, sus escuelas, todo. Pero yo, nada, yo me tuve que ir de su casa, una casa muy linda, muy cómoda y a empezar de cero, sin nada, sin nadie, sin un hombro en donde llorar", recordó.

Para superar la tristeza y la rabia, la modelo cubana recurrió a la meditación. Fue en ese proceso que experimentó una especie de iluminación que le permitió cambiar su visión del conflicto.

"Sentí así como que me dieron por la cabeza. Me dice, 'tú estás peleando por algo que después vas a agradecer'", señaló sobre la conexión que experimentó.

Esta epifanía la llevó a comprender que Raúl Peralta le estaba ofreciendo una oportunidad para la reconstrucción personal. "Tú necesitas tiempo para ti, para tu trabajo, para calmarte emocionalmente, para respirar, él te está dando la posibilidad de hacer una tuición compartida para que en ese tiempo que él va a estar con los niños, tú vas a estar cuidándote a ti, reconstruyéndote", habría sido el mensaje.

Esto permitió a Lisandra Silva aceptar la realidad de la ruptura y comprender que el padre de sus hijos, aunque con limitaciones en el cuidado inicial de la menor, tenía todo el derecho a aprender y a compartir el rol de crianza.

TVN