La OMS fijó el Día Mundial Sin Tabaco en 1987 para concientizar a la población acerca de los riesgos de su consumo. De acuerdo con el organismo internacional, es una de las principales causas de muerte, enfermedades y empobrecimiento del mundo. Mata a más de 8 millones de personas al año, de las cuales más de 7 millones son consumidores directos y alrededor de 1,2 millones son personas no fumadoras expuestos al humo.
"El cigarrillo tiene varios componentes que lo hacen dañino, ya que provoca inflamación, cáncer, destrucción de los tejidos con los que entran en contacto, pero la sustancia más peligrosa es la nicotina, ya que es la que produce la adicción. Además, posee otras sustancias cancerígenas como nitrosaminas, benceno, monóxido de carbono, entre otras, y más de 400 que pueden provocar daño pulmonar”, explica el Dr. Felipe Rivera, broncopulmonar de Clínica Dávila.
En esto coincide del Dr. Víctor Leiva, médico broncopulmonar de Clínica Ciudad del Mar, quien asegura: “El tabaco es tremendamente nocivo para la salud y no tan solo para el desarrollo de cáncer pulmonar, sino también un sinfín de otros cánceres y enfermedades cardiovasculares”.
El consumo de tabaco incrementa en un 70% el riesgo de morir prematuramente por diversas enfermedades es directamente proporcional al tiempo que se lleva fumando, según afirma el Plan Nacional sobre Drogas del Ministerio de Sanidad de España.
¿Qué enfermedades puede provocar?
Es la causa de varias patologías y existen tres principales ejes de riesgo: cardiovascular, pulmonar y cáncer.
El Dr. Jorge Yáñez, broncopulmonar de Clínica Biobío, agrega: “Fumar es un factor de riesgo de múltiples afecciones, relacionadas tanto con el debilitamiento de nuestro sistema inmunitario, así como con patologías crónicas no transmisibles, entre ellas, infarto al miocardio y EPOC".
Afecciones pulmonares
La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) se desarrolla a lo largo del tiempo y produce ahogo, tos, disminución de la capacidad física, y puede generar dependencia de oxígeno o ventilación mecánica. “Las personas que fuman por más de 20 años tienen alta probabilidad de desarrollar esta condición. El 75% de los pacientes que tienen esta enfermedad es por consumo de tabaco”, sostiene el Dr. Rivera.
Enfermedades cardiovasculares
Una de las patologías cardiovasculares que tiene al consumo de tabaco entre sus principales factores de riesgo es el accidente cerebrovascular o ACV, producido por la oclusión de los vasos sanguíneos que riegan el cerebro o por la rotura de un vaso sanguíneo encefálico. El 40% de las muertes que se producen por esta condición se da en personas menores de 65 años relacionadas con el hábito de fumar.
Cáncer
El tabaco es un factor de riesgo muy importante de cáncer pulmonar, pero también de otro tipo de cánceres.
“Está comprobado que el consumo de tabaco es una de las causas de la mayoría de los cánceres como el de pulmón, vejiga, páncreas, estómago, entre otros. Solo el de mama no tiene como causa el cigarrillo”, sostiene el Dr. Rivera.
Peligros de otros tipos de cigarros
El cigarro electrónico, los sistemas electrónicos de administración de nicotina (SEAN), o sin nicotina (SSSN), también representan un riesgo para la salud de la población. En los últimos años, diversos estudios han revelado que pueden generar daño pulmonar agudo y crónico.
“Hay que recordar que la relación entre el tabaco y el cáncer de pulmón se demoró siglos. Una vez establecida su asociación, la regulación para poder controlar su consumo fue aún más lenta. Es necesario que la población, y en especial los padres de los jóvenes, entiendan que el cigarro electrónico es peligroso y que no reporta ningún beneficio para la salud”, explica el Dr. Francisco Suárez, cirujano de Tórax de Clínica Santa María.
Beneficios de dejar de fumar
El doctor Suárez explica que existen múltiples ventajas para quienes dejen de lado este hábito. “Cada día sin fumar aumenta la calidad y cantidad de vida a largo plazo”, dice. Por ejemplo, aumenta la capacidad física y disminuyen los riesgos de desarrollar algunas de las enfermedades asociadas.
Finalmente, es importante señalar que en caso de que ya exista una patología asociada con el tabaco, dejar de fumar permite mejorar o ralentizar su progresión.