Chile se posiciona como uno de los países con mayor consumo de té en el mundo. Según estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y datos de Euromonitor International, cada persona consume más de 400 tazas al año, lo que ubica a Chile en el top 5 global y como el principal consumidor de té en Latinoamérica.
Aunque el té negro continúa siendo la variedad más preferida, los consumidores chilenos están ampliando su paladar. De acuerdo con Euromonitor, ha aumentado significativamente el interés por tés herbales, funcionales, premium y orgánicos, impulsado por una mayor conciencia sobre el bienestar y los beneficios funcionales de esta bebida, entre los que destacan sus propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y, en algunas variedades, su contenido de L-teanina produce efectos relajantes.
Desde el punto de vista del abastecimiento, cifras de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA) revelan que Chile importa más de 5.000 toneladas de té al año, siendo Sri Lanka (Ceylán) uno de los principales países de origen. Esto confirma el fuerte vínculo entre el mercado local y los productores más reconocidos a nivel mundial.
“Históricamente, el té ha sido una de las bebidas calientes de mayor consumo en el país. Ante esta situación, estamos en constante búsqueda de nuevas y mejores variedades que satisfagan las necesidades y gustos de nuestros clientes”. Comenta Gastón Gacitúa, gerente corporativo de Marcas Propias y Nuevos Negocios de SMU.