Siguen las repercusiones de los gravísimos hechos de violencia que se registraron durante la noche del miércoles en el estadio Libertadores de América, en el marco de la definición de los octavos de final de Copa Sudamericana entre Universidad de Chile e Independiente, desatando una barbarie que terminó con decenas de hinchas heridos, sobre todo del cuadro laico.
Mientras en la Conmebol se define qué ocurrirá con el pleito, el cual fue cancelado cuando ambos equipos igualaban a uno, radio ADN reveló que el ente rector del balompié sudamericano abrió un expediente que deja mal parados ambos clubes.
En el escrito firmado por el paraguayo Michael Sánchez Alvarenga, delegado del compromiso, se lee que "en el momento en que se realizaban los trabajos de calentamiento previo al partido, la hinchada visitante (Universidad de Chile) ubicada en la bandeja superior del sector Sur comenzó a arrojar objetos contundentes y líquidos a la hinchada local (Independiente), posicionada en la bandeja inferior del Sector Sur. Esto se fue dando durante todo el desarrollo del primer tiempo".
El funcionario también aseguró que se pidió presencia policial en el área de los baños cuando se estaban produciendo desmanes. Sin embargo, el comisario inspector Javier Bibiano, jefe del operativo policial, respondió "en forma negativa, argumentando que el ingreso de la fuerza pública provocaría una tragedia y que dicha acción estaba descartada".
Asimismo, el guaraní acusó que se dio emitió un llamado a desalojar la tribuna de los azules sin que él hubiera dado el visto bueno. "Se ha observado que estos comenzaron a desalojar la bandeja mencionada; minutos después hinchas locales ingresaron a la bandeja superior del sector Sur, donde aún quedaban algunos hinchas visitantes rezagados, iniciándose una serie de agresiones con alto nivel de peligrosidad", indicó.
Desde el citado medio, señalaron también que los dos elencos serían denunciados. En el caso del Rojo, por ejemplo, sería por "infracciones al reglamento de seguridad de Conmebol al detectar armas blancas y bombas de estruendo en las tribunas; al Manual de Clubes de la Copa Sudamericana ante el protocolo que llevó a la cancelación del partido; y al Código Disciplinario de Conmebol".
El Romántico Viajero, en tanto, tendría problemas con el Código Disciplinario, puntualmente por "violar las pautas mínimas de lo que se ha de considerar como un comportamiento aceptable en el ámbito del deporte y del fútbol organizado"; y al Manual de Clubes de la Copa Sudamericana por faltas al protocolo. Además, un aficionado universitario fue inculpado de realizar gestos racistas hacia la fanaticada local.