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Universidad del Alba logra su acreditación dejando atrás el incendio de su sede y una crisis financiera

En 2019, la Universidad Pedro de Valdivia fue fuertemente golpeada por la vandalización de su casa central, lo que sumado a sus problemas económicos y a la no acreditación casi la llevan al cierre del proyecto. Hoy, con otro nombre que trajo consigo un modelo de gestión eficiente, que entrega la oportunidad de estudiar a alumnos de todos los estratos sociales, logró la acreditación de la CNA hasta 2026 y la validación de su sostenibilidad económica por parte de la Superintendencia de Educación Superior.

TVN.cl

Miércoles 29 de marzo de 2023

Resiliencia y renacer son dos conceptos que podrían explicar la historia de la Universidad del Alba, refundada con este nombre en julio de 2021, para dar continuidad a la ex Universidad Pedro de Valdivia (UPV), que en ese momento estaba al borde de la quiebra y bajo la lupa del Ministerio de Educación (Mineduc).

Hoy, un año y medio después, la historia es radicalmente distinta: hace pocos días la Universidad del Alba (UDALBA) logró su acreditación institucional hasta el año 2026, dejando atrás “la tormenta perfecta” que sufrió en 2019.

Ello, porque el 8 de noviembre de ese año, en pleno estallido social, la sede central de la ex UPV, instalada en la casona Schneider, fue víctima de la quema y saqueos, en una de las jornadas más violentas de ese periodo, dejándola totalmente inutilizable.

Por si eso fuera poco, días después, el 13 de noviembre, la Comisión Nacional de Acreditación (CNA) informó que la institución no sería acreditada, provocando que los socios fundadores ordenaran el cierre inmediato de la Universidad, afectando a más de 5 mil estudiantes.

Esta compleja situación llevó a un grupo de académicos a juntar fuerzas y negociar con los antiguos dueños para evitar la quiebra y hacerse del control administrativo y financiero de la casa de estudios, desde agosto de 2020, logrando que en julio de 2021 la institución se refundara bajo el nombre de la Universidad del Alba.

Al respecto, el rector de la UDALBA, Rafael Rosell, recuerda que “durante cinco meses sostuvimos reuniones y negociaciones con los fundadores de la UPV, hasta llegar a un acuerdo, y en agosto del 2020 firmamos un Plan de Recuperación. Lo anterior, bajo un proceso que fue fiscalizado y apoyado por la Superintendencia de Educación Superior y el Mineduc”.

El renacer de la Universidad del Alba

Hoy la Universidad del Alba tiene una nueva casa central, emplazada en la calle Ejército, en pleno barrio universitario, junto con sus otras tres sedes en Antofagasta, La Serena y Chillán.

Además, cuenta con un nuevo modelo de gestión administrativo, educativo y financiero, que les permitió ser la primera universidad en superar un Plan de Recuperación Económica impuesto por la Superintendencia de Educación Superior, que tuvo como fin evitar la quiebra de una casa de estudios.

En concreto, en diciembre pasado, la UDALBA dio por cerrado ese proceso, luego de conseguir un cumplimiento de ese plan, demostrando que el estado financiero actual de la casa de estudios garantiza la viabilidad en el tiempo del proyecto educativo.

Todo este proceso de renacer se coronó hace pocos días con la resolución de la CNA que dio por acreditada a la Universidad por tres años, en gestión institucional y docencia de pregrado.

“Hace cuatro años, muchas de las autoridades de los organismos de Educación Superior apostaban a que esta Universidad cerraría sus puertas. Sin embargo, eso no pasó, y todo gracias a nuestra comunidad universitaria que siempre creyó, que con resiliencia y esfuerzo, podíamos sacar a esta universidad adelante”, explica el rector Rosell, agregando que el renacer de esta institución fue en plena pandemia, en donde académicos y funcionarios decidieron rebajar sus salarios temporalmente para ir en ayuda de la comunidad estudiantil.

El caso de éxito de la Universidad del Alba se da en un momento donde las universidades de menor tamaño están haciendo frente a las nuevas exigencias de la Ley para funcionar y obtener sus credenciales. Lo anterior ha llevado a la Superintendencia de Educación Superior a informar que en la actualidad al menos 20 instituciones se encuentran con “estrés financiero”, lo que se suma a lo revelado por la propia CNA en 2022, que afirmó que al menos 15 planteles no tienen la capacidad para ir al proceso de acreditación y podrían cerrar.