Durante años, fueron muchas las mujeres que acudieron a la clínica de fertilidad dirigida por el doctor Jan Karbaat, en Róterdam, Países Bajos, confiando en que serían tratadas con profesionalismo y respeto. Sin embargo, una investigación genética reveló que el médico inseminó a múltiples pacientes con su propio semen, sin informarles ni obtener su consentimiento. Hasta la fecha, se ha confirmado que al menos 49 personas nacieron como resultado de estas prácticas.
El escándalo, considerado uno de los más graves en la historia médica europea, sacó a la luz las profundas fallas éticas y legales de un sistema de reproducción asistida que, en sus primeros años en los Países Bajos, carecía de controles estrictos.
En ese contexto, Karbaat no solo ejercía como un pionero médico, sino que era visto como un referente por aceptar pacientes solteras, lesbianas y parejas con dificultades para concebir, proyectando una imagen de inclusión y progreso, según consignó Infobae.

Pero, detrás de esa fachada idealista, se ocultaba una conducta sistemática de engaño. Decenas de madres confiaron en que se usaría esperma de donantes anónimos cuidadosamente seleccionados e incluso con la posibilidad de que sus hijos conocieran a sus padres biológicos en el futuro. Pero estas promesas nunca se cumplieron.
El médico entregaba perfiles falsos de supuestos donantes o aseguraba utilizar el semen del esposo de la paciente, cuando en realidad era el suyo. Algunas ex pacientes, incluso, relataron además haber sufrido abusos verbales e incluso acoso durante el tratamiento.
Cifra de hijos podría llegar a 200
La verdad comenzó a emerger cuando varios hijos concebidos en la clínica notaron marcadas similitudes físicas entre ellos. Algunos iniciaron pruebas genéticas por su cuenta, confirmando vínculos biológicos directos con Karbaat.
En 2019, tras una prolongada batalla legal, un tribunal holandés permitió el uso del perfil genético del médico fallecido —a pesar de la oposición de su familia— al determinar que el derecho de los hijos a conocer su origen.
Con esto, llegó la confirmación del parentesco con 49 personas, los cuales serían hijos del fallecido médico. Sin embargo, se sospecha que la cifra total podría llegar a los 200 hijos, pues según sus propias estimaciones de la misma clínica, contribuyó al nacimiento de cerca de 10.000 niños entre los años 80 y 2000.
Tras el escándalo, las autoridades ordenaron el cierre definitivo de la clínica en 2009 por graves irregularidades.