Los vehículos aéreos no tripulados con IA se han convertido en un aliado para los agricultores chilenos al facilitarles labores como fumigación, fertilización, monitoreo y análisis de cultivos.
A nivel mundial, China, Japón y Estados Unidos son líderes globales en la incorporación de esta tecnología, mientras que en América Latina, Chile es pionero, destacando por su vinculación con cultivos de cerezas, cítricos y viñedos.
Este liderazgo regional se refleja en destacadas investigaciones, como la desarrollada desde 2024, enfocada en el análisis y control de malezas en cultivos de arroz, trigo y leguminosas mediante el uso de IA. La iniciativa es impulsada por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) y la Subsecretaría de Agricultura, liderada por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), en colaboración con el Centro Nacional de Inteligencia Artificial (CENIA), los Servicios de Asistencia Técnica de Agricultores del Maule y Ñuble, y con la participación de empresas líderes en el mercado nacional agrícola de drones, como DJI Dronespray.
Sobre el uso de drones agrícolas con IA en el control de malezas, Lorenzo León, ingeniero agrónomo e investigador del INIA Quilamapu, quien está a cargo de esta investigación, señala que “actualmente es posible generar representaciones muy exactas de la distribución espacial de malezas en los cultivos” y que “esto nos permite desarrollar mapas de prescripción precisos que identifican zonas específicas de infestación, optimizando así las estrategias de control”.
Respecto a sus beneficios en el campo, Lorenzo León es enfático al señalar que los drones tienen el potencial de revolucionar la operatividad agrícola. “En diversos cultivos, esta tecnología puede convertirse en una herramienta fundamental para el ahorro de herbicidas sin comprometer la eficiencia de control, generando un impacto económico y ambiental significativo”. Afirma.
Alexis Fuentes, agricultor arrocero de Parral, incorporó los drones agrícolas hace 5 años. Desde su experiencia, destaca el impacto positivo en el rendimiento de sus cultivos. “Antes de usar el dron, estaba sacando un rinde promedio de 65 quintales a liquidar, 70 a lo más. Y desde que empezamos a usar los drones, por ejemplo, el año pasado fueron 85 quintales”. Fuentes lo atribuye a la precisión de estos equipos, ya que “deja bien focalizada la semilla, la siembra, la aplicación de la urea y el fertilizante”.
Con el lanzamiento del modelo DJI Agras T100, Chile se posiciona al nivel de las economías agrícolas más avanzadas del mundo
Una de las grandes dificultades que enfrentan los agricultores de la zona central es cosechar y trasladar cultivos de paltos y cítricos plantados en laderas, debido a su difícil acceso. En ese contexto, el nuevo modelo DJI Agras T100, que despegó en Chile el 15 de julio, marca un hito al ser el primero en el país con una capacidad de carga de hasta 100 kilos.
Sobre cómo opera este sistema, el ingeniero ambiental Jorge Álamos, explica que “cuenta con un sistema de elevación inteligente, basado en un diseño de rotor coaxial dual, motores de alto torque de 155 mm y hélices de fibra de carbono de 62 pulgadas”. En cuanto a la estabilidad de la carga en vuelo, Álamos detalla que “integra sensores triaxiales de peso en tiempo real y control de equilibrio automático. Permitiendo operaciones precisas y seguras, incluso con cargas pesadas o en terrenos difíciles”.
A nivel de navegación y detección, este equipo de alto rendimiento también incorpora tecnologías avanzadas que elevan considerablemente su autonomía y seguridad operativa. Se trata de un sistema que combina LiDAR (Light Detection and Ranging) con sensores de visión y radares de onda milimétrica. Esta arquitectura multisensorial le entrega una "visión de cinco sentidos" que permite detectar obstáculos, personas, vehículos y cables en tiempo real, incluso en la noche o con niebla.
Además, “memoriza los obstáculos detectados durante el primer vuelo, optimizando las rutas en operaciones posteriores. Este es un avance sin precedentes en la agricultura de precisión, elevando los estándares de seguridad operacional y autonomía en entornos complejos”. Destaca el fundador de DJI Dronespray.
Asimismo, el dron puede realizar aplicaciones a gran escala, como la dispersión de fertilizantes o semillas, alcanzando hasta 400 kilos por minuto con un ancho de trabajo de hasta 10 metros.
La incorporación de drones agrícolas en los Liceos Técnico Profesionales para fortalecer la empleabilidad rural
Según el Observatorio Laboral de la Región de Ñuble, solo el 42,5% de las empresas consultadas ha contratado titulados de la enseñanza media técnico profesional. Por ello, uno de los mayores desafíos de la educación TP es aumentar la empleabilidad de sus egresados.
Mientras que el "Estudio de caracterización de juventud rural emprendedora en las regiones de O’Higgins y Maule", liderado por FIA con el apoyo del INJUV, que fue presentado en junio de este año, reveló que el 43% de los jóvenes rurales de O’Higgins y Maule están emprendiendo, aunque solo un 12% lo hace en el sector agropecuario.
En respuesta a mejorar la empleabilidad, ayudar a la descentralización y fomentar el emprendimiento en el sector agrícola, en 2024 comenzó el “Proyecto de Colaboración Educativo”, que transforma las aulas en una antesala del mundo laboral, donde los estudiantes desarrollan competencias en operación, reparación y mantenimiento de equipos, a través de talleres prácticos con drones, charlas especializadas, pasantías y jornadas en terreno con representantes del mundo agrícola.
Esta iniciativa público-privado, inédita en Chile, ya cuenta con la participación de cuatro liceos, demostrando un rápido avance y consolidación. Sobre este proyecto impulsado por DJI Dronespray y con el respaldo de la SLEP Punilla Cordillera. Jaime Ramírez, representante regional de Ñuble y Biobío de la Fundación para la Innovación Agraria, precisa que la incorporación de los drones agrícolas en los colegios “representa una oportunidad significativa para transformar el mercado laboral y mejorar la empleabilidad de los jóvenes” y que “generará una demanda creciente de conocimiento especializado, no solo en el uso y pilotaje de estos equipos, sino también en actividades conexas como la interpretación de datos, el desarrollo de software y el manejo de imágenes”. Asimismo, el representante regional de FIA, la agencia de innovación del Ministerio de Agricultura de Chile afirma que “la incorporación masiva de herramientas innovadoras implica la posibilidad de generar nuevos puestos de trabajo, acceder a capacitación y desarrollo de habilidades, y retener talento joven en las comunidades rurales”, concluye Jaime Ramírez.
El uso de drones en el campo consolida a Chile como referente en agricultura de precisión, vinculando además esta tecnología al trabajo científico y a la formación técnico profesional.