Desde hace un tiempo que Chile atraviesa por una grave crisis demográfica a raíz de la caída de los nacimientos, lo que ha incidido en la tasa de fecundidad que va a la baja. El fenómeno se da en paralelo a un acelerado envejecimiento de la población.
Según consigna El Mercurio, los datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) muestran que este año la caída de la natalidad se ha agudizado: entre enero y abril, solo se registraron 49.570 nacimientos, por debajo de los 54.682 que había en el mismo período de 2024, mucho menor a los 84.235 que se contabilizaron en 2015. Es decir, en una década se ha experimentado una caída de 41%.
“Es altamente probable que 2025 marque un nuevo mínimo histórico en el número de nacimientos en Chile”, advierte Heidy Kaune, académica de Medicina y experta en Biología de la Reproducción de la Universidad Diego Portales.
La disminución sostenida en los nacimientos responde, según enumeran analistas, a múltiples factores, entre ellos el retraso en la decisión de tener hijos, la precariedad laboral, la falta de redes de apoyo, las dificultades para acceder a vivienda y el costo económico de la crianza.
“La caída acelerada en las tasas de natalidad exige respuestas urgentes y estructuradas que aborden las causas profundas y las barreras que enfrentan las familias y las personas que desean tener hijos”, argumenta Cristian Blanco, docente de Ciencias Económicas, Empresariales y Jurídicas de la Universidad de La Serena.
A su juicio, “es imperativo que el Estado adopte un enfoque integral, considerando no solo aspectos económicos, sino también sociales, culturales y de bienestar en general”.