La madre de los cuatro niños asesinados el pasado lunes en una masacre perpetrada por un grupo armado en una vivienda de la ciudad ecuatoriana de Guayaquil, falleció producto de las graves heridas causadas por los disparos recibidos en el ataque, según confirmó este jueves la Policía Nacional.
Según medios locales, la mujer de 24 años estaba embarazada de un quinto hijo y tuvo que ser intervenida de emergencia después de que los disparos comprometiesen el feto y también su vida.
El padre, que logró sobrevivir a la matanza, había señalado a periodistas locales que su esposa no tenía conocimiento de que todos sus hijos habían muerto, con edades comprendidas entre los 5 meses y los 7 años.
El crimen, que puede deberse a una equivocación de los asesinos, se registró en la noche del lunes en el Guasmo Sur, una populosa zona del sur de la portuaria capital de la provincia costera de Guayas, donde se han vuelto recurrentes los episodios de violencia, atribuidos principalmente a las bandas criminales que operan en la zona.
En torno a las 21:00 hora local del lunes (2:00 GMT del martes) hombres armados comenzaron a disparar indiscriminadamente contra la ventanas y puertas de la vivienda.
El comandante de la Policía en el Distrito Metropolitano de Guayaquil, Víctor Herrera, explicó el martes que es probable que los atacantes se hayan equivocado de vivienda y que en realidad buscasen atacar a los habitantes de un inmueble adyacente donde, al registrarlo, encontraron elementos utilizados para posibles atentados, como mecha lenta.
La Policía anunció además este jueves la detención de uno de los presuntos autores de la matanza, identificado como Byron M. y conocido bajo el pseudónimo de 'Borreguito', quien tiene antecedentes penales, según señaló la ministra de Gobierno y de Interior, Mónica Palencia.
"No permitiremos la impunidad, las acciones policiales continuarán", aseveró Palencia sobre un caso que han conmocionado al país.
La Policía y las Fuerzas Armadas de Ecuador ofrecieron desde este miércoles una recompensa por información que permita dar con los responsables del crimen.
Ecuador atraviesa la peor crisis de inseguridad ciudadana de su historia, con una ola de violencia criminal vinculada a las mafias del narcotráfico y del crimen organizado que han ganado poder en los últimos años.
La tasa de homicidios se ha quintuplicado casi en los últimos cinco años, al pasar de 5,8 a 25,62 muertes violentas por cada 100.000 habitantes, mientras que algunos expertos anticipan que el 2023 se cerrará con una tasa de 40, lo que pondría a Ecuador entre los países más violentos de Latinoamérica.