Momentos de terror vivieron las religiosas de la Congregación Hijas de San José, Protectoras de la Infancia, tras ser asaltadas en la residencia que se encuentra ubicada en el barrio Yungay, en la comuna de Santiago.
De acuerdo a los primeros antecedentes, el crimen ocurrió la madrugada del sábado 27 de enero, momento en el cual dos extranjeros ingresaron a las dependencias de la Congregación, ubicada en calle Esperanza.
Rosa Elena, una de las monjas asaltadas, comentó este martes en el matinal Buenos Días a Todos que fueron retenidas por varias horas y amenazadas con ser violadas.
"Estuvimos una hora con cuchillos en nuestros cuerpos, tuve que negociar nuestar propia libertad y nuestra propia vida. Ellos nos amenazaron que si nosotras gritábamos nos iban a violar y que les entregáramos la plata", sostuvo.
Sin embargo, "nosotros no tenemos plata, nosotros manejamos plata del Estado que es distinto y los recursos extras se manejan como corresponde porque hay que rendirlos".
Sobre los detalles del asalto, indicó que "fueron muy violentos, entraron por la parte más alta del convento y lo que critico es que no podemos seguir así, es imposible. La ciudadanía está sufriendo, uno se encuentra encerradas en sus propias casas y no es normal que sigamos encerrándonos y que tengamos que poner electricidad hasta el techo".
"Todos encuentran bonito el barrio Yungay, pero para quienes vivimos aquí, para mí no es bonito (...) la seguridad es imposible, no se puede hablar por teléfono, uno no puede ir con cartera y eso no es normal", agregó.
“Tenemos al presidente de vecino, vive aquí mismo, y los demás sufrimos. Y él tiene guardias afuera. Debiera ser un barrio seguro y yo siento que es un barrio más inseguro”, añadió.
Finalmente, los delincuentes escaparon con cerca de un millón de pesos en efectivo.