Un niño de 10 años fue asesinado este miércoles por su padrastro Luis Jarpa Ramírez (22), quien trató de cambiar la versión de los hechos para parecer inocente. Sin embargo, terminó confesando el crimen en Talcahuano, región del Biobío.
De acuerdo a la información entregada por Red Biobío de TVN, personal del SAMU llegó hasta el domicilio del sujeto, ubicado en el sector Santa Marta del puerto de Talcahuano, después de que este llamara pidiendo ayuda porque el menor de edad estaba inconsciente.
El niño, que tenía Trastorno del Espectro Autista (TEA), fue hallado con hematomas y lesiones en el cuerpo atribuibles a terceras personas. Además, no presentaba signos vitales.
Tras lo anterior, la Policía de Investigaciones (PDI) interrogó al hombre, quien terminó confesando el crimen.
"En la contextualización de su testimonio se desvirtúa en un principio lo que estaba declarando, terminando finalmente por confesar que habría sido él quien en el transcurso del cuidado le había ocasionado algunas lesiones que finalmente fueron las que le causaron la muerte", declaró el subprefecto Enrique Guzmán, jefe de la Brigada de Homicidios PDI de Concepción.
El sujeto estaba cuidando al niño asesinado y otro menor de edad en su domicilio. Esta jornada pasó a control de detención en Talcahuano y el Tribunal de Garantía definió ampliarla por dos días.