Un nuevo y sorpresivo giro sacudió el caso por la muerte del menor Tomás Bravo, ocurrido en febrero de 2021 en Caripilún, comuna de Arauco, luego de que la Corte de Apelaciones de Concepción determinara que la abuela materna, Elisa Martínez, y el primo Jorge Escobar Hermosilla deberán ser formalmente considerados como imputados en la investigación.
La decisión se dio tras la acogida de un recurso de amparo presentado en favor de ambos, el cual argumentaba que estaban siendo objeto de medidas intrusivas por parte del Ministerio Público, tales como la interceptación de llamadas telefónicas, sin haber sido formalizados ni contar con los derechos procesales correspondientes.
Estas medidas fueron ordenadas por la Fiscalía de Los Ríos en el marco de una causa desformalizada que investiga no solo la muerte, sino también una posible violación del niño.
A partir de este fallo, Martínez y Escobar Hermosilla podrán ejercer plenamente su derecho a defensa, acceder a la carpeta investigativa y solicitar diligencias, condiciones que hasta ahora no tenían al no estar formalizados en el proceso.
En paralelo, la investigación principal continúa en manos de la Fiscalía Regional del Biobío, que hasta ahora mantiene como único imputado a Jorge Escobar Escobar, tío abuelo del menor, acusado por el delito de abandono de menor con resultado de muerte.
El caso de Tomás Bravo ha generado una fuerte conmoción pública desde el inicio de la investigación, y este nuevo episodio reabre el debate sobre la transparencia, el debido proceso y las estrategias investigativas del Ministerio Público. La familia del menor, en tanto, sigue esperando justicia en una causa que aún mantiene más preguntas que respuestas.
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