Era el centro de todas las miradas. El “21” de La Roja, Miiko Albornoz, pisaba el césped del Francisco Sánchez Rumoroso como el “nuevo” en el esquema de Sampaoli y sus chances para estar en Brasil 2014 comenzaban a jugarse minuto a minuto.
El “sueco” entonó el himno nacional y sorprendió con un tarareo que demostraba cierto conocimiento. Y claro, hijo de padre chileno y madre finlandesa, Albornoz nació en Estocolmo en 1990 y desarrolló su fútbol con éxito en esas tierras. Hasta que Sampaoli lo encontró.
El zurdo, a quien ya apodan "micófono" en Juan Pinto Durán (por el personaje de 31 Minutos Mico el Micófono), se desempeñó en el puesto que habitualmente utiliza Eugenio Mena. Comenzó los primeros cinco minutos algo nervioso y desacomodado en su posición, pero tras un par de intentonas, se fue a los 13 minutos por su franja y fue derribado. Albornoz, con su metro ochenta de estatura, se fue al área a cabecear. Ojo, una herramienta que no sobra en La Roja.
Y tuvo fortuna. Tras el servicio de Fierro, el balón fue a parar en sus cercanías y con un disparo de empeine desató la locura en el estadio. Era su estreno. Era el primer gol de Miiko Albornoz como chileno.
SU HISTORIA
Hijo de un chileno exiliado, a los 4 años se enroló en el IF Brommapojkarna, donde hizo divisiones menores junto a su hermano Mauricio. A raíz de sus grandes presentaciones fue subido al primer equipo en 2007 y ya en 2008 debutó profesionalmente en la Superettan, segunda división del fútbol sueco.
Su buen rendimiento lo hizo ser contratado a mediados de 2011 por el Malmö, club donde ya había brillado el astro sueco Zlatan Ibrahimovic. A esa altura el nombre de Albornoz no era para nada desconocido en el país nórdico. Ya había formado parte de los combinados juveniles de Suecia, en sub 17, sub 19 y sub 21.
POLÉMICA POR ABUSO
Ya consolidado en el fútbol del país europeo, Albornoz se transformó en una figura mediática reconocida e hizo fuerte ruido tras haber recibido una sentencia por abuso sexual.
¿Qué había ocurrido? El 12 de febrero del año pasado, Albornoz fue condenado por abuso de menores tras haber mantenido relaciones sexuales con una menor de 14 años.
Sin embargo, la pareja admitió el hecho ante la Corte del distrito de Malmö, asegurando que siempre existió voluntad de ambas partes.
Albornoz fue condenado con una pena de libertad condicional de dos años y se le ordenó pagar una multa de 500 coronas al Fondo Fiduciario.
Ya con un primer partido jugado en La Roja su decisión de optar por el cuadro de Sampaoli por sobre Suecia ya parece acertada. Incluso, su sueño con ir al Mundial es alimentado por el de su propio padre, el exiliado que soñaba con ver a su hijo jugando por su país.