La situación de Krystina Tsimanouskaya ha generado un enorme revuelo y la reacción de algunos países que ya le ofrecieron asilo.
Agencia EFE
El Comité Olímpico de Bielorrusia (COB) aseguró hoy que sigue "de cerca" el caso de la atleta Krystina Tsimanouskaya, refugiada en Tokio tras denunciar un intento de obligarla a regresar a Minsk, mientras la oposición del país comparó su situación con el "secuestro" del avión de Ryanair en mayo pasado.
"El COB está siguiendo de cerca la situación y trabaja en estrecha cooperación con el comité organizador de los Juegos y el Comité Olímpico Internacional", señaló la entidad en un comunicado, publicado en su página web mientras crece el escándalo en torno a la deportista.

Este lunes se supo que el gobierno polaco ha ofrecido un visado humanitario a Tsimanouskaya, quien rehusó volver a su país por temor a represalias del régimen de Alexandr Lukashenko.
La velocista bielorrusa tenía previsto participar en la carrera de 200 metros lisos este lunes, pero se quejó por haber sido obligada por orden del gobierno de Minsk a competir en otra carrera el pasado jueves, en sustitución de otra atleta de su país que no pasó los controles antidopaje.
La corredora, de 24 años, publicó ayer un vídeo en un canal de redes sociales utilizado por activistas bielorrusos que apoyan a deportistas de ese país perseguidos por sus opiniones políticas.

Hoy la televisión estatal de Bielorrusia dijo que Tsimanouskaya carecía de "espíritu de equipo" y que las autoridades de Minsk le ordenaron volver desde Japón "debido a su estado emocional y psicológico".
Al llegar al aeropuerto de Tokio, la atleta reclamó la protección de la policía japonesa, que la tomó bajo su custodia, y declaró sentirse "segura" a partir de ese momento.
LA ATLETA NIEGA PROBLEMAS DE SALUD
Durante una rueda de prensa en el aeropuerto, negó tener problemas de salud, alegadas por las autoridades bielorrusas. "No me ha visto ningún médico, ni siquiera se me ha acercado uno. Mi estado emocional es bueno, incluso pese a lo que está sucediendo", dijo la atleta, citada por el portal Zerkalo.io.
La corredora explicó que no quiere regresar a Bielorrusia porque teme ser arrestada.
"En Bielorrusia, posiblemente, me pueden meter en la cárcel. No tengo miedo de que me echen del equipo nacional. Temo por mi seguridad", explicó Tsimanouskaya.
"NINGÚN BIELORRUSO ESTÁ A SALVO"
La líder de la oposición bielorrusa en el exilio, Svetlana Tijanóvskaya, acusó al régimen de Lukashenko de querer secuestrar a Tsimanouskaya y aseguró que a día de hoy ningún ciudadano del país está a salvo.
"No es solo una atleta a la que el régimen intentó secuestrar y llevar por la fuerza de Tokio a Bielorrusia. Kristina Tsimanouskaya es la prueba de que cualquier atleta bielorruso enviado a los Juegos Olímpicos puede convertirse en un rehén si encuentra el coraje para hablar", escribió Tijanóvskaya en su cuenta de Telegram.
Agregó que "ningún bielorruso ni siquiera fuera de las fronteras del país está a salvo, porque le pueden intentar secuestrar como a Kristina Tsimanouskaya o Román Protrasévich" (detenido en Minsk tras el aterrizaje forzoso de un avión de Ryanair el pasado mayo).
Tijanóvskaya, quien se reunió la semana pasada con el presidente de EEUU, Joe Biden, en Washington, afirmó que pedirá a países occidentales incrementar las sanciones contra el régimen bielorruso "y sus bolsillos".
"Los atletas bielorrusos son el orgullo de nuestro país, y no la propiedad del régimen. Y ahora el deber moral de la comunidad internacional cosiste en dar una respuesta firme a los intentos de secuestro de bielorrusos desde países democráticos", aseveró.
La lideres opositora, excandidata presidencial, abandonó Bielorrusia poco después de los comicios del 9 de agosto de 2020, calificados de fraudulentos por la oposición y varios países occidentales, los que siguieron meses de protesta masivas en todo el país