María Luisa Godoy y su camino al Festival de Viña 2019

Poco después de la 59 versión del Festival de Viña 2018, se dio a conocer que la alianza entre TVN, Canal 13 y Fox fue la ganadora de los derechos de transmisión para el 2019.

Apenas se conoció esta noticia, varios nombres comenzaron a resonar para ver quienes serían los nuevos animadores del certamen, tomando la batuta de Carolina de Moras y Rafael Araneda. Entre esos nombres se encontraba el de María Luisa Godoy, periodista y actual conductora del matinal "Muy Buenos Días" de TVN. Y lo que parecían rumores, hoy se vuelve realidad.

A través del anuncio hecho por la mismísima alcaldesa de Viña del Mar, Virginia Reginato. Se confirmó que la versión número 60 del Festival será animada por la periodista y Martín Cárcamo, actual animador del matinal "Bienvenidos" de Canal 13.

SU TRAYECTORIA

María Luisa tiene 38 años, nació en Santiago, es hija de los ex diputados Domingo Godoy y Carmen Ibañez. Estudió periodismo en la Universidad de Los Andes. El 2012 contrajo matrimonio con Ignacio Rivadeneira y ambos tienen tres hijas, que son su pilar.

Esta noticia viene a coronar una gran carrera que ha logrado consolidar en estos años. María Luisa tuvo pasos por departamentos de prensa, formó parte de programas de entretención y matinales, tanto de panelista como de animadora.

Pero este 2018, se consolidó en TVN, compartiendo la conducción del matinal junto a sus compañeros Ignacio "Nacho" Gutiérrez y Cristián Sánchez.

Además ha asumido el desafío de animar tres de los festivales de música más grandes de Chile. El Festival del Huaso de Olmué en 2011 junto a Leo Caprile, oportunidad que se repetiría el 2016.  El Festival de Dichato en el 2012 y ha sido la anfitriona de la Fiesta de la Independencia de Talca por cuatro años consecutivos.

En conversación con  TVN.cl, María Luisa habló de cómo recibió esta noticia y cómo enfrenta este desafío de estar seis días seguidos en la Quinta Vergara.

¿Crees que esta oportunidad llega en un gran momento de tu carrera?

Por supuesto, estoy muy agradecida, con hartas ganas de comenzar a trabajar. Sé que es un camino largo, que es mucha "pega"; pero me tiene muy entusiasmada. Ha sido sin duda el desafío más importante que tengo por delante, son los 60 años del Festival de Viña.

¿Qué fue lo primero que pensaste cuando llegó esta oportunidad?

Fue una mezcla de honor, de sentir que se reconoce el trabajo; porque todos los que trabajamos en televisión sabemos que uno se saca "la mugre" por tratar de hacer lo mejor posible siempre. Hay mucha gente hoy día que está preparada para hacerlo, entonces siento el peso y la responsabilidad que implica hacer Viña. Estoy muy consciente de la "pega" que se viene por delante y también muy agradecida por la oportunidad.

¿Qué opinas de compartir el escenario junto a Martín Cárcamo?

¡Ay, me encanta él! Lo encuentro un tremendo animador. Nos hemos juntado ya, me cae muy bien, tengo onda con él. Es talentoso y me encanta que sea viñamarino también. Entonces creo que tiene muchas condiciones para que él fuera la persona. Es un lujo tenerlo de compañero.

En la Revista Paula, contaste una anécdota sobre tu madre Carmen Ibáñez. Ella había sido seleccionada para animar el Festival el año 1987, pero a último minuto cambiaron la decisión, y la dejaron como jurado internacional. ¿Crees que estás cerrando este círculo? ¿Te ha dado consejos?

Ella está de lo más emocionada que hay, porque claro, ella me decía: "Qué increíble que después de más de 30 años, seas tú la que se va a subir a animar el Festival de Viña". Está preparadísima para instalarse allá. Aún no me ha dado consejos, no hemos llegado a esa etapa. Lo que sí me ha dicho es que estudie mucho, que me prepare.

Después de haber animado Olmué, Talca y Dichato, ¿Cómo piensas enfrentar al "Monstruo"?

Siendo yo, lo más espontánea posible siempre, pero eso no significa no estar preparada. Obviamente me da mucha tranquilidad haber hecho los otros festivales. Estoy con muchas ganas de enfrentarme a este desafío, de conocernos harto con Martín, de trabajar bien y ser nosotros arriba del escenario.