Kéfir es el nombre de un gato muy especial. Cuando su dueña lo adoptó era un minino normal de raza Maine Coon, pero rápidamente se dio cuenta que no sería una mascota promedio.
Kéfir pesa 12 kilos y medio y sigue creciendo. Como tiene dos años, todavía le quedan al menos dos años de crecimiento, según le han señalado los veterinarios a su ama.
Su dueña, Yulia, asegura que muchas personas lo confunden con un perro por su tamaño. "Ni siquiera podía pensar que un bebé normal pudiera llegar a ser tan grande. No solo creció grande en apariencia, también es muy inteligente y siempre se comporta con calma", señaló a medios internacionales.
Yulia y Kéfir viven en el pueblo de Stary Oskol en Rusia, pero sus fanáticos vienen de todo el mundo. Yulia tiene una popular cuenta en Instagram donde comparte fotografías con su gato, y ya acumula más de 34 mil seguidores de todo el mundo. "Es un gato hermoso", "Te amamos, Kéfir", son algunos de los comentarios.
A pesar de que algunos creen que Yulia edita las fotos, ella asegura que jamás ha utilizado Photoshop para agrandar digitalmente a su gato.