Ken, un abuelo de 94 años que viven en Lancashire, Inglaterra, fue sorprendido por enfermeras del asilo donde vive, luego que notaran que a diario dormía con una foto de su difunta esposa Ada.
El personal del recinto decidió imprimir la foto en una almohada para que la imagen no se dañara y el anciano pudiera seguir durmiendo junto a la foto de su mujer.
Desde el asilo, grabaron el momento exacto en el que le entregan el sentido regalo al hombre, quien no pudo contener las lágrimas tras recibir el obsequio.
Rápidamente abrazó a su cuidadora y agradeció por el noble y tierno gesto que para Ken significa mucho.