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Sexualidad post pandemia: ¿Cuáles son los métodos anticonceptivos disponibles para las chilenas?

Según cifras del Fondo de Población de las Naciones Unidas (FPNU), con motivo de esta emergencia sanitaria en 2020 unas 12 millones de mujeres vieron interrumpida la disponibilidad de anticonceptivos, causando casi 1,4 millones de embarazos no deseados en 115 países de ingresos bajos y medios.

tvn.cl

Martes 8 de marzo de 2022

El principal desafío en la era post pandemia es volver a cuidarnos y a ocuparnos de nuestra salud. Las mujeres, en particular, han sufrido un impacto mayor al asumir un papel protagónico en los cuidados familiares y en la primera línea de los servicios asistenciales. El reporte 2020 del Fondo de Población de las Naciones Unidas (FPNU) aporta otro dato alarmante: destaca que la pandemia alteró gravemente la vida reproductiva de las mujeres y sus preferencias reproductivas. Según sus cifras, solo en 2020 unas 12 millones de mujeres vieron interrumpida la disponibilidad de anticonceptivos, causando casi 1,4 millones de embarazos no deseados en 115 países de ingresos bajos y medios.

En su libro “Sexo Inteligente”, la doctora Andrea Huneeus, presidenta de la Sociedad Chilena de Ginecología Infantil y de la Adolescencia (SOGIA), revela que “la pandemia ha limitado el acceso a los anticonceptivos y condones entregados en la salud pública o comprados en la farmacia, a vacunas contra las infecciones de transmisión sexual, al diagnóstico de infecciones de transmisión sexual en personas asintomáticas, al PrEP (profilaxis prexposición) y a la terapia antirretroviral. Lamentablemente la limitación de estos servicios puede sobrepasar el efecto del distanciamiento sexual, lo que nos llevará a una crisis de embarazos no planificados e infecciones de transmisión sexual”.  

Por su parte, Emilia Vergara, cofundadora y directora ejecutiva de Fundación Niñas Valientes, afirma que la responsabilidad de la educación sexual quedó relegada exclusivamente a las familias, las que a su vez tampoco recibieron una educación sexual integral, o producto de la sobrecarga laboral no tuvieron el tiempo y las herramientas para poder educar de manera idónea en estas temáticas. “Además, la saturación de los servicios de salud produjo una redirección de los recursos en salud sexual y reproductiva, limitando el acceso a las atenciones, y peor aún, limitando en muchos casos el acceso a métodos de anticoncepción y tratamiento de infecciones de transmisión sexual”, explica.

 

¿Por qué es tan importante la educación sexual integral?

“Está científicamente demostrado que los adolescentes que tienen acceso a educación sexual tienen una vida sexual más protegida. Está comprobado que al mejorar la educación sexual, el acceso a servicios de salud reproductiva y el uso de anticonceptivos de larga duración se disminuyen los partos adolescentes”, agrega la doctora Huneeus.

Asimismo, Emilia Vergara indica que “Es fundamental ya que no solo aborda la sexualidad desde una perspectiva biológica, sino que desde un enfoque de derechos y desde un contexto social. Por lo mismo, permite prevenir formas de violencia de género como la violencia sexual, abriendo espacios de reflexión que permiten repensar las formas en las que nos vinculamos tradicionalmente, construyendo relaciones sanas y respetadas”.

Anticonceptivos disponibles en el mercado

La recuperación de los controles médicos es un desafío de esta nueva etapa, dado que las cuarentenas obligaron a suspender muchas atenciones en todo ámbito. Por este motivo, es importante informar sobre las alternativas que existen actualmente.  Mayela Bastidas, directora de negocios para Organon Chile, la primera compañía farmacéutica global con foco en la salud de la mujer y que recientemente inició operaciones independientes en nuestro país, explica cómo funciona el mercado de la anticoncepción. “En el sistema público de Chile, aquellas mujeres que califican para recibir consejería de planificación familiar pueden acceder a una amplia gama de métodos anticonceptivos de manera gratuita. En ese portafolio destacan píldoras anticonceptivas, anillos vaginales y también los implantes anticonceptivos subdérmicos”. Añade que “sin embargo, ese acceso, de manera gratuita y con una pluralidad de alternativas, no es algo que esté presente para aquellas mujeres que cuentan con un seguro de salud, quienes deben financiar íntegramente de su bolsillo cualquier método anticonceptivo de su preferencia”.

La doctora Andrea Huneeus señala que “los anticonceptivos de larga duración, implantes y dispositivos son 20 veces más eficaces en la prevención de embarazos en adolescentes que los anticonceptivos de corta duración que son: pastillas, inyectables, anillos y parches”. 

A su vez en su libro “Sexo Inteligente”, destaca los siguientes métodos anticonceptivos:

Anticonceptivos intrauterinos: Se ponen dentro del útero para prevenir el embarazo.  Ventajas: son los anticonceptivos reversibles más eficaces junto a los implantes. Menos de una mujer por cada cien queda embarazada. La usuaria no necesita realizar ninguna acción respecto a este dispositivo luego de la implantación. De acuerdo con el modelo, duran de cinco a doce años.

Anticoncepción hormonal femenina: Liberan una dosis fija de hormonas, evitando la ovulación. Las más conocidas son las pastillas anticonceptivas. Otros tipos son los implantes, inyectables, anillos y parches.

Implante anticonceptivo: Son una o dos varillas del tamaño y forma de un fósforo, que se insertan en el brazo. Su efecto anticonceptivo dura entre tres y cinco años. ¿Cómo se pone el implante? Es un procedimiento que dura cinco minutos. El profesional de salud usa anestesia local y con un aparato lo inserta bajo la piel.

Inyección anticonceptiva: Es un anticonceptivo hormonal que se administra a través de una inyección. Existe un modelo con hormonas derivadas del estrógeno y la progesterona que se debe inyectar una vez al mes en el músculo del glúteo. Existe otra opción que se administra cada tres meses. Solo tiene hormonas derivadas de la progesterona e inyecta en la grasa debajo de la piel del abdomen o muslo.

Anillo anticonceptivo: Es un anillo pequeño y flexible de plástico, parecido a una pulsera que se pone en la vagina una vez al mes. Duración de tres semanas.

Parche anticonceptivos: Similar a un parche curita de forma cuadrada, mide cuatro por cuatro centímetros. Cuando entra en contacto con la piel libera hormonas anticonceptivas derivadas del estrógeno y la progesterona, que evitan la ovulación.