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Psicóloga explica por qué es tan importante que los niños desarrollen habilidades sociales

Estas conductas permiten ensayar actitudes, comportamientos y roles que deberán ejercer en la vida adulta, pudiendo así, desenvolverse con otras personas de manera pacífica, constructiva y colaborativa.

tvn.cl

Miércoles 21 de abril de 2021

Las habilidades sociales son destrezas que nos ayudan a vincularnos de una manera más sana y empática con los otros. En consecuencia permiten disminuir las situaciones de bullying, maltrato y acoso escolar.

Es importante mencionar que los colegios son ideales para desarrollarlas, debido a que la educación es intrínsecamente social, ya que niños y adultos comparten un mismo espacio para una finalidad común: los procesos de enseñanza y aprendizaje. Este contexto es perfecto para el despliegue de las habilidades sociales, que serán necesarias para desenvolverse posteriormente en sociedad, en el mundo laboral y al interior de las propias familias.

Carolina Reyes Cristi, Psicóloga, Magíster en Psicología Educacional y Directora del Colegio Monteluz, analiza 5 destrezas claves para lograr una sana convivencia social:

1-Resolución de conflictos: Esta habilidad tiene que ver con la capacidad para poder identificar cómo enfrentar los problemas cotidianos que surgen con los otros. “De esta forma, si conozco la mejor manera de poder abordar esa situación, el resultado es ésta afectará mi propio bienestar así como también, el de los otros”. Indica la especialista.

2-Tolerancia: Alude a la capacidad para reconocer que todos somos diferentes y que en esta diversidad se encuentra la riqueza de la naturaleza humana. “Cuando logro comprender y valorar estas diferencias, disminuyen las críticas, descalificaciones, los juicios y la discriminación”. Reflexiona Carolina Reyes Cristi.

3-Asertividad: Tiene que ver con la capacidad para poder transmitir de manera clara, directa y respetuosa aquello que siento, sin dañar, ni ofender. La Directora del Colegio Monteluz, señala que esta es una habilidad compleja de desarrollar, ya que cuando estamos bajo el estado de alguna emoción como la rabia, la comunicación suele tornarse destructiva e impulsiva. “Frente al enojo, recomiendo pensar como un semáforo, es decir, primero visualizar el color rojo, que obliga a detenerme, luego en el amarillo, donde respiro profundamente, me conecto y reflexiono y luego, puedo avanzar, con luz verde le transmito a aquella persona, lo qué me dañó y cómo me siento al respecto”. Aconseja.

4-Escucha activa: El saber escuchar es una destreza que muchos carecen, ya que frecuentemente, la comunicación se ve interrumpida porque un otro impone su deseo de hablar y no deja que la otra persona pueda expresar su sentir y pensar, bloqueando la capacidad de diálogo e intercambio.

5-Empatía: Es la capacidad para poder comprender cómo se siente el otro, por qué piensa y actúa de una determinada forma. Cuando las personas son empáticas, son más comprensivas de las realidades de los otros y por lo tanto, actúan de manera más solidaria, respetuosa y pacífica.

¿Cómo se pueden enseñar?

Carolina Reyes Cristi, señala que al interior de los colegios, suele pensarse que la forma para enseñar habilidades sociales es desde el “discurso”, “reto” o “castigo”, cuando un niño/a le falta el respeto a otro o transgrede sus límites. Esta es una mirada más bien punitiva del fenómeno y no constructiva. Por lo que plantea diversas actividades y caminos para desarrollarlas:

1)  Modelaje: Consiste en la forma en que el adulto (en este caso el profesor/a), actúa como un modelo de las habilidades y las aplica con los mismos niños y los otros adultos. De esta forma, es fundamental que nunca olvide que su conducta enseña todo el tiempo y que constituye un ejemplo para sus alumnos. Para esto, algunas preguntas que puede realizarse para sí mismo y así, ayudarle para enfrentar ciertas situaciones, son: ¿cuál es la mejor forma de reaccionar ante esta dificultad?, ¿qué aprendizaje puedo potenciar con esto que sucede?, utilizando de esta forma, el conflicto como una oportunidad.

2)  Desde las situaciones cotidianas que ocurren: La psicóloga expresa que es fundamental fomentar la reflexión en los niños, con preguntas tales como: ¿Cómo crees que se siente tu compañero cuando…?, ¿Crees que está bien interrumpir mientras otras personas están conversando?, ¿Qué piensas que podrías hacer cuando tu compañero se siente triste…? etc. De esta manera, se desarrolla el pensamiento consciente (o metacognitivo) que posteriormente ayuda a darse cuenta cómo deben desenvolverse en determinadas situaciones, logrando autorregularse y conectarse emocionalmente con los otros.   

3)  Desde la implementación y diseño de actividades específicas: Tales como análisis de videos, películas, “casos de la vida real”, obras de teatro, ejercicios de role-playing game (juego de roles), redacción de bitácoras, asignación de roles, entre otras. Estas actividades específicas, permiten “recrear” situaciones, dificultades y conflictos de la vida real que  ponen en juego el desarrollo de las habilidades sociales, de una forma no amenazante, sino que segura, lúdica, contenida emocionalmente y dirigida. 

Si los colegios, comienzan a orientar sus esfuerzos en el desarrollo de estas habilidades, se  pueden evitar muchos conflictos que inciden en el bienestar de nuestros niños de hoy y del mañana, potenciar relaciones sociales más sanas y colaborativas y promover la expresión emocional al servicio de relaciones constructivas con uno mismo y su entorno.

Foto: Freepik