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Lactancia y COVID-19: No hay evidencia de contagio mediante la leche materna y sus beneficios superan los riesgos

Expertos señalan que una madre con coronavirus puede seguir amamantando y el personal sanitario deben apoyar este proceso, pues los beneficios de la leche materna son mayores a los de la leche de fórmula. El tema fue abordado en un evento realizado por la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Católica del Maule.

tvn.cl

Miércoles 8 de septiembre de 2021

Las organizaciones internacionales y expertos vieron con preocupación el impacto que la pandemia por COVID-19 está teniendo en la lactancia materna. Temen que, tal como ocurrió en los años 80, las leches de fórmula vuelvan a ganar terreno a una práctica gratuita y cuyos beneficios están más que comprobados por la ciencia.

De hecho, en mayo de 2020, la Unicef y la Organización Mundial de la Salud (OMS) se unieron en el marco del aniversario 40 del Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna y emitieron una declaración conjunta. En ella se advierte que “algunos fabricantes de alimentos para bebés aprovecharon la pandemia de COVID-19 para promover sus productos, alegando falsamente que en la leche materna está el virus que causa esta enfermedad. No obstante, tanto la OMS como UNICEF son muy claras a este respecto: las madres con COVID-19 y aquellas en quienes se sospecha la enfermedad deben seguir amamantando”.

Amamantar con COVID-19

Aún no hay evidencia ni registro de casos de contagio por COVID-19 a través de la leche humana, por ello, “sí se puede amantar y se debe seguir amamantando en pandemia. Es necesario y los niños lo necesitan, los estamos protegiendo a través de la leche materna”, advirtió Daniela Sepúlveda, enfermera de la Clínica Alemana y una de las expertas invitadas al evento Lactancia Materna vs COVID-19 que organizó la Escuela de Enfermería de la Universidad Católica del Maule (UCM).

“Las mujeres COVID positivas, deben realizar un lavado de manos antes y después de tocar el bebé, usar de mascarilla -en lo posible quirúrgica- limpiar y desinfectar rutinariamente las superficies y separarse de otras personas del hogar”, dijo la expositora.

La especialista hizo hincapié en que “Si la madre es positiva asintomática o con sintomatología leve, debe haber contacto piel con piel inmediato y prolongado en el periodo post parto, también debe haber una mamada dentro de la primera hora de vida, la lactancia a libre demanda debe mantenerse y en el alojamiento conjunto la cama debe estar a un metro de distancia al menos”, afirmó.

En caso de sintomatología moderada o severa, probablemente las condiciones de la madre no le permitan amamantar de forma directa, pero puede haber extracción de calostro y el personal de salud puede colaborar en ello. Si hay separación de la diada, la extracción debe realizarse, al menos, ocho veces en 24 horas” y añadió que, en ese caso, no se recomienda el alojamiento conjunto.

Por su parte, Valeria Aravena, académica de la Escuela de Nutrición UCM y otra de las expertas invitadas, enfatizó que “la lactancia materna exclusiva disminuye el riesgo de incidencia de infecciones gastrointestinales, respiratorias, broncopulmonares, enfermedad celiaca, leucemia y enfermedades cardiovasculares”.

Además, indicó que hay evidencia de que los niños amamantados desarrollaron un mayor coeficiente intelectual y que, incluso, estos efectos se ven a largo plazo. “Hay estudios que indican que los adultos mayores que fueron alimentados en su primera etapa de vida con leche materna al menos por tres meses, tienen mejor actividad cognitiva que aquellos que fueron alimentos con otro alimento”, señaló.