Stephanie Agnew y su ahora marido Robbie Campbell, decidieron casarse de una manera muy especial y significativa para ellos. Stephanie es una persona con discapacidad visual y el día en el día de su matrimonio junto con Robbie decidieron pedirle a los más de cincuenta invitados un simbólico gesto: que usaran vendas en los ojos para que pudieran experimentar cada momento como la novia, esto es sin tener visión de lo que ocurría.
Stephanie, la novia, perdió la vista en su adultez, por lo que pudo ver hasta cierta edad. Este fue uno de los motivos por lo que eligieron un lugar que ella recordaba.
"Elegimos el lugar porque estaba en el mismo camino que la casa de la tía abuela de Steph. Tenía la misma vista asombrosa sobre las Montañas Glasshouse que recuerda haber visto cuando era niña, cuando la vio. Ella pudo imaginarse la vista del día", contó el novio.
Cada detalle de la boda fue pensado en la discapacidad de Stephanie, el ramo que llevó tenia flores muy fragantes y para que se lo imaginara describieron cada detalle. Al igual que para la decoración, en la que usaron telas con texturas y con olores para que quedaran grabadas en la memoria de la novia.