La llegada del coronavirus ha hecho que las personas permanezcan por mayor tiempo en sus hogares, además de recurrir a herramientas como el teletrabajo, lo que ha provocado que se esté más tiempo de lo habitual frente a una pantalla, pudiendo desencadenar algún problema a la vista en el largo plazo.

“La mayoría de las pantallas que usan los dispositivos electrónicos en la actualidad se basan en tecnología LED, la cual en general ha demostrado ser relativamente segura. Algunos estudios en poblaciones celulares de epitelio pigmentario retinal, cultivadas bajo luces del espectro azul (base de las luces LED), han mostrado alteraciones en este tipo de células, situación que no ha sido demostrada en vivo debido a lo relativamente reciente de esta tecnología y las implicancias éticas que podría tener la realización de estas investigaciones”, detalla Ricardo Maragaño, académico de la Escuela de Tecnología Médica de la U. Andrés Bello.

Uno de los males a la vista más comunes es la miopía, que si bien no se le puede adjudicar en gran porcentaje al uso recurrente de pantallas, si hay evidencia que demuestra que no realizar actividades al aire libre si tendría mayor incidencia en la enfermedad. "La evidencia científica ha demostrado que la paulatina menor exposición a luz solar de los niños y adolescentes está incidiendo en la explosión de los casos de miopía e incluso de miopía magna (forma más grave), teniendo especial repercusión en población asiática, pero con aumento en todas las latitudes del orbe”, destaca el académico UNAB.

Uno de los síntomas más típicos que se está presentando en las personas que llevan altas horas de estar frente a una pantalla es a fatiga ocular, la cual se traduce en ardor, sequedad corneal, enrojecimiento superficial, picazón, visión borrosa, dificultad de enfoque lejano, sensación de pesadez en los párpados, lagrimeo y dolor de cabeza. “Para este conjunto de síntomas y signos se ha acuñado la denominación de ‘síndrome visual del computador’ o ‘síndrome visual informático. Esto aislando absolutamente el aspecto visual, pues hay asociado otros síntomas y signos musculoesqueléticos y neurológicos que merecen ser profundizados en otros artículos” finaliza Maragaño.

El experto deja algunas recomendaciones para evitar los malestares y efectos negativos de estar frente a pantallas durante un tiempo prolongado

7 recomendaciones:

1.- Evitar absolutamente el uso de smartphones y dispositivos similares antes de los dos años de edad y de ahí hasta los 5 años su uso no debe exceder una hora en total al día; esto debido a lo crítico de esta edad en el desarrollo visual futuro, la falta de evidencia de efectos a largo plazo y la influencia de la luz de las pantallas en los ciclos de sueño-vigilia, tan importantes para el desarrollo general en edades pediátricas.

2.- Dentro de lo posible, realizar actividades en el patio, jardín, balcones u otros lugares permitidos que expongan a los niños a la luz solar, incluso cercanos a ventanas que favorezcan la llegada de buena cantidad de luz natural.

3.- Por cada hora de trabajo continuo frente a la pantalla, hacer una pausa de 15 minutos. Otra recomendación de tiempo sugiere hacer pausas más frecuentes, pero más cortas: cada 10 minutos de trabajo, quitar la vista de la pantalla durante 20 a 30 segundos mirando a una distancia superior a los 5 metros (infinito óptico) y parpadeando en forma activa y consciente.

4.- Considerar una adecuada distancia de trabajo, que no debe ser inferior a 40 cm, como referencia el equivalente al antebrazo de un adulto desde el codo a la punta de los dedos. Una distancia menor hará que los niños hagan lo que se conoce como “esfuerzo acomodativo”, generando cansancio y molestias.

5.- Es por tanto importante que el usuario se haga consciente de su parpadeo para mejorar la frecuencia de esta acción durante el tiempo de pantalla. En el mismo campo, la posición de la pantalla debe ser de la línea visual entre diez y veinte grados hacia abajo. Al tener la pantalla por sobre la línea visual, los párpados se encontrarán más abiertos favoreciendo la evaporación de la lágrima.

6.- El uso de filtros antirreflejos y filtros de luz azul en las propias pantallas o en lentes probablemente tengan una buena influencia en disminuir las molestias y los riesgos potenciales a largo plazo. Para favorecer una menor fatiga visual, se pueden utilizar filtros de luz fría en el día y luz cálida en la noche, muchos smartphones tanto de la plataforma Android como de IOS han incorporado este tipo de filtros que pueden activarse automáticamente a la hora que el usuario configure, normalmente desde el atardecer.

Mucho se ha discutido también respecto del uso de contraste invertido en las pantallas, es decir letras blancas sobre fondo negro. Al parecer, dependerá del tamaño del texto utilizado, en textos muy pequeños el fondo blanco sería el indicado y para textos de mayor tamaño el uso de fondo negro supondría menor fatiga ocular. En rigor, no existe un claro consenso para este último punto, el usuario puede evaluar su propia experiencia usuario modificando los contrastes en su dispositivo.

7.- Es necesario considerar un control visual periódico para revisar tanto la correcta prescripción de lentes ópticos, de ser necesarios, como el estado de salud visual en general.