La constancia en la rutina de belleza es imprescindible para mantener un rostro sano, suave y libre de imperfecciones, más aún cuando el objetivo es lucir un maquillaje natural y radiante.
Muchas veces encontramos los productos cosméticos ideales para nuestro rostro, pero de nada sirven cuando no preparamos la piel para aplicarlos. En ese caso, el maquillaje no logrará un resultado natural.
Existen una serie de simples pasos que, realizados con constancia, mejorarán la apariencia y el estado de nuestra piel y, como consecuencia, la base de maquillaje lucirá realmente espectacular.
Pasos para preparar y nutrir la piel del rostro:
Identificar el tipo de piel: Lo primero que debemos hacer es conocer qué tipo de piel tenemos: Grasa, seca o mixta. Solo así podremos encontrar los productos que realmente necesitamos, tanto cosméticos como dermatológicos.
Limpieza facial: Establecer una limpieza facial para realizar tanto de día como de noche, es uno de los pasos más importantes para cuidar el rostro, ya que así lo mantenemos libre de suciedad y de productos como base de maquillaje, labiales o polvos... ¡Evitar este paso es realmente dañino para la piel!
Exfoliación: Este es un paso que no se debe realizar todos los días, ya que el uso continuado puede irritar la piel. Sin embargo, es un paso fundamental para cuidar el rostro, ya que elimina las células muertas y disminuye las imperfecciones... Dos veces por semana es suficiente para obtener los efectos deseados.
Tónico: Para eliminar los brillos, disminuir la apariencia de los poros abiertos y refrescar la piel, es necesaria la aplicación de un tónico, ya que además de los beneficios antes mencionados, ayuda a equilibrar el ph de la piel y la prepara para recibir de mejor manera el resto de los productos hidratantes.
Sérum: El efecto tensor de la piel y la luminosidad natural libre de grasas, convierten al sérum en un aliado ideal para hidratar la piel y obtener un maquillaje natural. Esto debido a su rápida absorción y a la concentración de principios activos, que son superiores a los de las cremas.
Hidratante: La crema hidratante es el paso final de una rutina con productos dermatológicos. Sirve para sellar los pasos anteriores, mantener la humedad natural de la piel y protegerla de la polución.
Una vez que terminamos con los pasos de limpieza e hidratación, se recomienda utilizar un primer o pre base, ya que así eliminamos cualquier brillo de la piel y unificamos el tono del rostro, además de extender la duración del maquillaje durante el día.
Es importante tener presente que, al igual que con los productos dermatológicos, debemos elegir los cosméticos adecuados para nuestro tipo de piel... Cometer errores en este punto puede arruinar cualquier rutina de belleza.