Tras las fuertes lluvias y huracanes al Sur de Florida, Estados Unidos, han llegado los venenosos sapos gigantes, conocidos como "sapos de caña".
Esta especie se caracteriza por su alto nivel de toxicidad; presentan en todas las partes de su piel, glándulas venenosas, las cuales son mortíferas para varios animales, principalmente los más pequeños.
Según explicó Chris Bowland, un experto en la caza de sapos, al medio NBC2: "Tiene veneno por toda su piel, a cada lado de la cabeza, e incluso en sus patas. Entonces si una mascota e incluso un niño pequeño tiene contacto con ellos, es increíblemente peligroso y puede ser letal en 15 minutos”.
Debido al agua provocada por las intensas lluvias, hace que esta especie se reproduzca, según explicaron en Miami Herald: "Si el verano resulta ser más húmedo de lo normal, como predicen los pronósticos, los renacuajos tendrán mejores posibilidades de supervivencia”.
Expertos aseguran que cada sapo es capaz de poner hasta 30 mil huevos, por lo que, para frenar su reproducción, señala que es importante su caza inmediata.
"Cada vez que cazamos uno de estos animales, evitamos que se desoven 30.000 nuevos sapos en el estanque", explicó Bowland.