Es innegable que muchos tenemos una película predilecta, esa que no somos capaces de dejar atrás si la pillamos en la televisión o en alguna plataforma de streaming. Esa que hasta uno se sabe los diálogos, las mejores partes y que la puede ver muchas veces sin aburrirse.
Pero, ¿por qué ocurre esto? La respuesta la tienen los científicos, que han investigado las hormonas que entran en acción una vez que aflora ese sentimiento de agrado y deseo.
En LUN varios expertos dieron su opinión al respecto, como por ejemplo Rui Costa, director asociado del Instituto Zuckerman de la Universidad de Columbia, dice lo siguiente:
"Cuando hacemos algo que disfrutamos, nuestras neuronas se activan para liberar dopamina, lo que produce una sensación de bienestar y crea un deseo de repetir esa acción una y otra vez".
Además Enrique Lorca, neurocientífico de la Universidad de Chile, explica: "Cuando se escucha algo que llama la atención, se activan nuestros circuitos de aprendizaje y recompensa. Si usted se enfrenta a una película que le causa una empatía emocional lo suficientemente potente se va a identificar con la situación- Esto provoca una alimentación de los circuitos con la liberación de dopamina. Es una gratificación personas interna tan grande que lo que espera es volver a repetir la experiencia. No sabe como explicarlo pero le gusta. Es como una adicción como comer chocolate".
Es por esto que los científicos están de acuerdo de que personas que atraviesan por un mal momento, o que necesiten mejorar su día, lo recomendado es sentarse a ver su película favorita.
