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Obesidad y COVID–19: ¿Por qué son tan peligrosos juntos?

Dos especialistas explican las complicaciones que conllevan ser obeso y contraer el coronavirus.

tvn.cl

Viernes 15 de mayo de 2020

Desde que se comenzó a propagar el coronavirus en el mundo y las muertes asociadas a él, los especialistas señalaron que las personas que más corrían riesgo al contraer el COVID-19 son las de tercera edad, recién nacidos, con enfermedades base o con obesidad, siendo esta última de gran preocupación para el país.

Esto, tomando en cuenta que, según las últimas cifras del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Chile (INTA), existen 10 millones de chilenos con esta enfermedad.

La obesidad es una enfermedad que presenta un componente inflamatorio crónico el cual es asintomático. Esto quiere decir que deteriora en forma lenta y progresiva, por ejemplo, vasos sanguíneos u órganos vitales como el pulmón, riñón, corazón, sin generar muchas veces molestia alguna.

El doctor Gino Fuentes, coordinador broncopulmonar de Clínica Bupa Santiago, explicó que “al verse afectados algunos de estos tejidos por el coronavirus, la inflamación es aún mayor. De este modo, se ha visto que las personas obesas, vinculadas generalmente a otras enfermedades, como diabetes mellitus tipo 2, hipertensión arterial crónica o patologías cardiovasculares previas, pueden presentar un curso más severo del virus”.

En tanto, la médico en nutrición Natalia Aybar señaló que las células grasas producen de por si inflamación, lo que sumado al COVID-19 aumenta más aún, lo que podría resultar mortal si esto sucede en el área pulmonar. "Es importante entender que un paciente con obesidad tiene una capacidad ventilatoria más reducida solo por el hecho de que su tórax es más 'pesado', por lo que también hay una dificultad mecánica que les dificultará responder ante una infección pulmonar por COVID–19”, agregó la especialista.

"Obesos encubiertos"

El doctor Fuentes advirtió sobre el caso de los "obesos encubiertos”, que son aquellas personas que no se ven particularmente obesas, pero que tienen un porcentaje de grasa muy alto y son sedentarias, por lo que podrían también estar en riesgo frente al virus, en caso de contagiarse.

La recomendación es mantenerse en casa, alimentándonos en forma saludable y tratando de movernos, no quedarse en una silla todo el día y eso es un gran desafío. En los pacientes con patologías crónicas o que están en tratamiento por su obesidad, es especialmente importante no dejar su terapia y acudir a sus controles cuando sea necesario, según indicación de su equipo de salud”, culminó Aybar.