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"Nunca hay que bajar los brazos": vendedor ambulante se tituló de abogado a los 51 años

Carlos se levantaba todos los días a las 04:30 horas para estudiar en un computador prestado por un amigo, para luego llevar a sus hijos al colegio y trabajar.

tvn.cl

Viernes 5 de agosto de 2022

Una emotiva historia se vivió en Argentina, luego de que un vendedor ambulante y padre de dos hijos se recibiera de abogado en Rosario de la Frontera, provincia de Salta.

Carlos Correa logró titularse tras 22 años de diversas dificultades que tuvo que lidiar, incluso levantándose todos los días a las 04:30 horas para estudiar y luego llevar a sus pequeños al colegio, según contó a TN

Una vez dejaba a los niños en el centro educacional se iba a vender cartones de bingo en la esquina 20 de febrero y Figueroa Alcorta.

Sueño postergado

El hombre cursó esta misma carrera en el año 2000 en Tucumán, pero tuvo que dejarla ya que no pudo conseguir trabajo para sustentarse allá y volvió a Salta para ayudar a su padre en un negocio familiar.

Después de esto nacieron sus hijos, los cuáles quedaron a su cuidado tras el divorcio con su pareja, por lo que su sueño de ser profesional se debió postergar hasta el día de hoy.

Además, años después el negocio de su padre cerró, por lo que se las tuvo que ingeniar para llevar el sustento hasta su hogar.

Falta de recursos

Además reveló que su actual condicion económica no es buena, ya que no tiene refrigerador en su casa, a la cual también le ha debido hacer varios arreglos.

Junto con ello, el hombre tomaba sus clases de manera virtual a través de su celular, hasta que un amigo le prestó un computador que le facilitó un poco las cosas, a quién recordó durante la entrevista con el medio trasandino y le agradeció el gesto, ya que le "ayudó muchísimo".

"En el último examen me saqué un 5, no es una muy buena nota, pero me alcanzó para recibirme con un promedio de 6", contó con orgullo.

"Nunca hay que bajar los brazos"

Carlos está feliz de haber cumplido un sueño que postergó por tantos años, asegurando que "Dios me ayudó muchísimo. Por supuesto yo hice mi parte y me esforcé un montón y estoy muy orgulloso de eso".

Asimismo, él cree que "nunca hay que bajar los brazos" y que "a mis hijos les enseño que para triunfar en la vida hay que trabajar y estudiar".

Por el momento, el hombre todavía no sabe a qué rama del derecho dedicarse, pero su sueño es tener un estudio jurídico, el cual todavía se encuentra demasiado lejos.

Según dijo, "el título ahora me va a servir para ponerlo en el Currículum y poder conseguir un trabajo en blanco. Por suerte a mis hijos no les falta nada".