Un inquietante y misterioso zumbido se ha transmitido durante más de 40 años en la frecuencia 4.625kHz, sonido que se repite 30 veces por minuto a todas horas del día y todos los días del año.
De acuerdo a la información consignada por Clarín, si bien se desconoce desde donde se emite la señal en la actualidad, se sabe que la primera vez que alguien se percató de los zumbidos fue en 1976.
Un día de ese año una persona sintonizó la frecuencia 4.625kHz, logrando captar un pitido de 2 segundos de duración que se repetía de manera continua.
El pitido fue transmitido hasta 1990, año en que la emisora cambió su repetitivo sonido por un zumbido de 0.8 segundos de duración, el cual se emitía unas 21 o 34 veces por minuto.
La misteriosa "radio" presentó cambios el 16 de enero de 2003, alargando la duración del pitido, al tiempo que pasaron a ser más agudos.
Desde entonces la emisora no solo sigue transmitiendo el inquietante zumbido las 24 horas del día, sino también conversaciones lejanas en ruso.
"Soy el 143. No recibo el oscilador. Esto es lo que la sala de operaciones está enviando", se escuchó el 3 de noviembre de 2001.
En tanto, el 12 de septiembre de 2002 se logró transcribir lo siguiente: "UVB-76, UVB-76. 62691 Izafet 36938270".
Asimismo, el 21 de febrero de 2006 se captó una voz distorsionada que pudo grabarse por primera vez: "75-59-75-59. 39-52-53-58. 5-5-2-5. Konstantin-1-9-0-9-0-8-9-8-Tatiana-Oksana-Anna-Elena-Pavel-Schuka. Konstantin 8-4. 9-7-5-5-9-Tatiana. Anna Larisa Uliyana-9-4-1-4-3-4-8".
Cabe señalar que el primer mensaje se emitió el 24 de diciembre de 1997 a las 21:58 horas, fecha en la que una mujer habló en ruso: "Ya UVB-76. 18008. BROMAL: Boris, Roman, Olga, Mikhail, Anna, Larisa. 742, 799, 14".
"Esta primera emisión hablada permitió averiguar el indicativo de la emisora, UVB-76, y el lugar desde el que emitía, Povarovo, a unos 40 kilómetros al noroeste de Moscú", consigna el citado medio.
En vista de lo anterior, en 2010 los investigadores rastrearon la emisora a través de Google Maps y se toparon que estaba en una especie de búnker en una antigua base militar rusa en las afueras de Povarovo.
Tras viajar a la zona y visitar el búnker que estaba junto a una serie de edificios militares abandonados, los investigaron encontraron un libro que contenía un registro de los mensajes enviados a través de la UVB-76.
Los involucrados describen el lugar como un búnker de difícil acceso con un "espacio oscuro y solitario, algo así como un laberinto con una gran cantidad de pasillos y habitaciones".