Una nueva técnica del cuidado de la piel está haciendo furor en Instagram, se trata del "multimasking", que es perfecta para todo tipo de pieles.
La mayoría tiene distintas necesidades en diferentes sectores del rostro, por ejemplo, grasitud en la "zona T" (frente, mentón y nariz), resequedad en las mejillas, poros abiertos, puntos negros, etc. Por esa razón, puede que un solo tipo de mascarilla no sea suficiente o sirva para todas las áreas.
Para comenzar, se debe reconocer cada tipo de piel:
- Piel seca: Se percibe tirante, frágil y áspera; puede presentar descamación, posible picor y se enrojece o irrita fácilmente.
- Piel grasa: Suele tener poros grandes, fáciles de ver, brillantez y son propensas a desarrollar más espinillas y puntos negros.
- Piel mixta: Se caracteriza por ser seca en las mejillas y más grasa en la frente, mentón y nariz. Presenta más impurezas que la piel seca.
Según cada necesidad se debe aplicar el tipo de mascarilla correspondiente. Para la brillantez y sebo, se recomienda usar productos con propiedades purificantes como el carbón o la arcilla, y con ácido salicílico para las impurezas.
Mientras que para las zonas más secas, se recomienda usar aquellas con colágeno y elastina, y con aloe vera para humectarla.