Una desgarradora imagen de un guanaco durante el incendio en Torres del Paine en 2011 fue captada por el fotógrafo nacional Francisco Negroni, postal que fue destacada en el "Nature Photographer of the Year 2020" (Npoty), en la categoría Hombre y Naturaleza.
La fotografía, titulada "El grito de dolor" fue distinguida en el certamen organizado por "Nature Talks". El concurso tiene 12 categorías y este año participaron 19.547 imágenes desde 19 países.
Negroni, de 45 años, se dedica desde 2013 a retratar naturaleza, especializándose en volcanes y paisajes. En conversación con Las Últimas Noticias, el artista expresó que "estoy feliz porque este es un certamen importante y una de mis fotos está entre las mejores de la categoría".
"Yo siempre mando mis fotos a estos concursos internacionales y en esta ocasión tuve la suerte de quedar. Si bien no en el primer lugar, pero no siempre se gana. Estoy, y eso es importante. Participo sólo en certámenes internacionales", añadió, destacando que en este año ha alcanzado siete reconocimientos internacionales.
Historia del retrato
Respecto a cómo registró la aclamara imagen, Negroni expresó que "fue tomada temprano en el Parque Nacional Torres del Paine. Es un testimonio de cómo el descuido humano puede destruir un entorno, incluso uno protegido. En 2011, debido a la negligencia de un turista, se inicio un incendio y se quemaron 17.600 hectáreas. Como fotógrafo freelance, viajé a la Patagonia chilena para hacer algunos reportajes sobre el tema, recorrí el parque, conmocionado al ver la devastación. Estuve sólo dos días en la zona".
"Al segundo día, me levanté muy temprano y empecé a recorrer el parque. Estaba rodeado por el silencio entre cenizas y restos de algunos animales muertos. En una loma vi al guanaco y me acerqué a ver lo que estaba sucediendo, porque el animal estaba gritando. Con cámara en mano, me acerqué de a poco porque estaba llamando, me imagino, a más miembros de su grupo, de su rebaño", añadió el fotógrafo.
Sin embargo, añade, "nadie respondía. Gritaba y gritaba, por eso la fotografía se bautizó como 'El grito'. Un grito que nunca tuvo respuesta (...) Muy buena foto, pero triste a la vez".