La fobia es un miedo irracional e intenso que padece una persona al ser enfrentada a una situación, objeto, persona o actividad. Genera malestar, sensación de muerte y merma la calidad de vida de quien la sufre. Es totalmente incontrolable, lo que la diferencia a un simple miedo o temor.
Existen muchas fobias y entre ellas están las sexuales, vale decir, un miedo intenso hacia alguna actividad o concepto relacionado con la sexualidad.
Natalia Guerrero, Directora de la escuela transdisciplinaria de sexualidad y sexóloga clínica de Medical Center, aclara que las señales que indican que se sufre de una fobia sexual “pueden ser de diversa índole e intensidad, ya que podríamos estar enfrente de una persona a la que todo lo que se relaciona con la sexualidad le genera miedo u otra que sólo ciertas prácticas o conceptos desatan esta sensación de temor”.
Hay distintos tipos de fobias, ya que son muy variada:
Medomalacufobia: miedo a perder la erección
Gimnofobia: miedo a la desnudez propia y ajena
Ginefobia: miedo a las mujeres
Sarmasofobia: miedo al coqueteo y al juego sexual
Coitofobia: miedo al coito
Blenofobia: rechazo a los genitales propios y de la pareja, así como también a los fluidos corporales
“Todas estas fobias corresponden a expresiones muy poco frecuentes, porque a pesar que vivimos en un mundo en que las personas están ansiosas o temerosas, tener estas fobias no es muy común”, explica Guerrero.
Cabe destacar que quienes padecen de este tipo de fobias, por lo general, lo viven en absoluto silencio y vergüenza, lo que la vez, no les permite buscar ayuda especializada, única forma para salir adelante.
¿Cuáles son las causas y las soluciones a estos problemas?
Respecto a lo que puede causar una fobia sexual, la experta explica que “puede ser un trauma o una experiencia negativa relacionada al sexo, aunque generalmente esto forma más parte más de un estrés post traumático que es mucho más frecuente que padecer de una fobia sexual”.
“También hay enfermedades cognitivas y físicas que pueden generar fobia, como las que generan dolor en la penetración o dolor durante la eyaculación. Hay también quienes padecen de ciertos trastornos mentales como la esquizofrenia que también pueden desarrollar fobias sexuales”, agrega la especialista.
Pero hay otro factor que también puede desencadenar una fobia sexual y esto es una educación restrictiva y culposa. Es justamente esto último que ha hecho que haya una mayor incidencia de fobias sexuales en las mujeres, puesto que históricamente han estado más expuestas a una restricción sexual sobre la libre exploración de su propia sexualidad, así como también, han estado más expuestas a violencia sexual.
En caso de padecer de una fobia de esta índole, se recomienda acudir a una terapia sicológica con un experto especializado en sexología, así como también, de manera conjunta, someterse a un tratamiento combinado con medicamentos, vale decir una terapia sicofarmacológica.
Los juguetes o accesorios eróticos pueden jugar un rol importante en quien padece de una fobia de esta índole, sin embargo, Guerrero recomienda, que antes de hacer cualquier cosa, se consulte a un especialista para que éste pueda servir de guía.
“Si alguien tiene fobia específica como por ejemplo, a la penetración, hay juguetes y accesorios que permiten desarrollar una sexualidad placentera sin la necesidad de la penetración. O si alguien tiene fobia de tocar sus genitales, hay juguetes que consiguen esto sin usar las manos, en ese sentido pueden ayudar y ser un buen complemento”.
En Planeta Sex Shop se ofrecen este tipo de productos, algunos que son muy poco invasivos como son los llamados estimuladores femeninos que vienen en distintos diseños y formas que a primera vista parece ser una dulce mariposa rosada, pero que en verdad sirve para estimular mediante vibraciones distintas zonas de cuerpo como el clítoris, pezones, etc.
Y por otro lado también están los productos de cosmética sensual que tienen la ventaja de despertar los sentidos y provocar distintas sensaciones de manera no invasiva.