Esta técnica para adelgazar y tonificar el cuerpo consiste en ponerse un traje húmedo, lleno de electrodos conectados a él que estimulan el músculo sin que la persona le dé una orden. Además, con cada movimiento se pueden quemar hasta el triple de calorías que con cualquier otro ejercicio.
Suena sorprendente y nos hace preguntarnos qué tan riesgoso puede ser. Es una técnica novedosa, pero no menos controvertida. No existe peligro cuando su uso es supervisado por profesionales de la salud.
La Estimulación Eléctrica Muscular (EMS por su sigla en inglés, Electrical Muscle Stimulation) es la respuesta a la contracción muscular usando impulsos eléctricos de baja y media frecuencia. Estos impulsos son originados por un electroestimulador y se transmiten a los músculos por electrodos situados en lugares estratégicos para generar una contracción.
Esta técnica ha sudo utilizada desde hace siglos, pero no es hasta mediados del siglo XX que comienza a utilizarse con éxito en el deporte y la rehabilitación.

Debido a los avances en la electroestimulación y la neurociencia, se desarrolló la electroestimulación integral activa, y con ella podemos estimular un grupo muscular de manera aislada y pasiva, pero también, a través de un biotraje conectado a un electroestimulador y a ejercicios específicos, podemos estimular más de 300 músculos simultaneamente.
Tomás Alcaide, kinesiólogo Fast La Reina explica que “el Biotraje, va conectado a la máquina con los parámetros según los objetivos de cada persona”, además “el nivel de descarga dependerá de la frecuencia de los parámetros y de lo que quiera cada persona, si quiere tonificar, reducir o ambos”.

Sobre el uso del agua y el temor que puede significar esto para el usuario, Alcaide explica que, “si hago 10 sentadillas con el biotraje, estoy haciendo unas 20 o 30 sentadillas, depende de la corriente. Sin agua no puedo generar una contracción, porque no tendría el medio de conducción y por eso es necesario mojar el traje”.
Un beneficio es que puedes ahorrar tiempo, pues 20 minutos con esta técnica equivalen a una hora o una hora y media de ejercicio normal, y advierte que el único riesgo posible es verse afectado al no ser asistido por profesionales de la salud, pues estos pueden regular la cantidad de tiempo y el esfuerzo que cada persona necesita.
“Yo se lo recomiendo a cualquier tipo de persona, y las ventajas es que se trabaja solo con kinesiólogos y estamos formados en prescripción del ejercicio y hacemos un plan de entrenamiento de acuerdo a cada persona” Agrega el especialista.