Sorpresa le causó a Inmaculada Vaca, profesora del Departamento de Química de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile, el descubrimiento de cuatro nuevas especies de hongos de la Antártica Chilena.
El hallazgo se produjo en 2010 por un grupo de científicos de la Universidad de Chile junto al Instituto Canario de Investigaciones Agrarias, luego de una expedición en la Antártida.
La sorpresa fue inmensa cuando los científicos se dieron cuenta del genial hallazgo. “Un 75 por ciento de los hongos que íbamos aislando no los podíamos encontrar en nuestra base de datos, y no podíamos clasificarlos a nivel de género”, recordó Vaca.
Hoy, más de 10 años después, los estudios de estos hongos siguen su curso, y actualmente se está trabajando en la parte taxonómica de estos, en una hallazgo que con el paso del tiempo se ha vuelto cada vez más interesante, en especial cuando se dieron cuenta de que antes del descubrimiento, no hubo registros de hongos en la Antártica.
“Salió en 2014 un artículo de hongos del Hemisferio Norte donde se describían nuevas especies. Comenzó a haber más datos genómicos y nos dimos cuenta que estos hongos que no habíamos podido clasificar pertenecían al género Pseudogymnoascus (...) Es muy importante porque estamos haciendo las primeras descripciones de estas especies, y todo apunta a que hay especies nuevas de este género que son endémicas de la Antártica, y es todo un logro por la poca información que había al principio. Con nuestro aporte se abre la posibilidad para describir muchas especies de este género que debe haber por seguro allá” dijo la Profesora de la Universidad de Chile.
Y es que descubrir estos inéditos hongos en el suelo antártico también han permitido conocer a aún mejor la biodiversidad del continente blanco, y como se puede empezar a cuidar el ecosistema y su biodiversidad.
“Los hongos tienen la particularidad de que son regeneradores de las fuentes primarias de materia orgánica, entonces son fundamentales porque permiten que otros microorganismos puedan alimentarse. Toda la materia orgánica que otros organismos no pueden digerir, ellos hacen que pueda ser absorbible”, aseguró la académica, que además recordó que muchos ecosistemas se destruyen por perder la microbiota que tienen, lo que hace que los suelos pierdan sus nutrientes”, añadió Vaca.
Actualmente, la investigación de estos hongos, continúa su curso, dividida en varias líneas de trabajo que analizan cada parte del descubrimiento, como sus cepas y sus químicos.
“Continuamos la identificación de más especies, y nuestra idea es identificarlas a todas nivel de especie, mientras que seguimos estudiando el metabolismo secundario de los hongos, secuenciando genomas de estas cepas y realizando la parte química de la purificación de los metabolitos que producen… un trabajo lo más global posible respecto a estos hongos antárticos, y no quedarnos con solo una parte más superficial”, finalizó.